EE.UU HA ENVIADO TROPAS A LA ZONA
Aumentan los combates entre el ejército y los yihadistas en la ciudad filipina de Marawi
Trece militareshan muerto durante el asedio a la ciudad filipinade Marawi, está ocupada por yihadistasvinculados por terroristasde Daesh. Los terroristas se atrincheraron hace dos semanas en esta ciudad al sur de Filipinas con el objetivo de instaurar un Califato Islámico. Desde entonces, los combates entre el ejércitoy los insurgentes han obligado a huir a la población y dejado centenares de víctimas.
Un portavoz del Ejército filipino confirmó las bajas durante intensos tiroteos con un número indeterminado de islamistas del Grupo Maute este viernes en Marawi, en la isla de Mindanao, en declaraciones al canal "GMA".
Las autoridades creen que varios yihadistas también fueron abatidos durante la refriega. Las Fuerzas Armadas tratan de confirmar que entre las posibles víctimas del bando insurgente estén los hermanos Maute, Omar y Mhade, fundadores del grupo yihadista, afirmó el portavoz del Ejército, Jo-Ar Herrera.
"Todavía estamos verificando las informaciones (sobre el terreno) pero hay fuertes indicadores de que ellos (los hermanos Maute) han muerto", señaló el militar en declaraciones a los medios en Marawi, recoge el portal del diario Manila Bulletin.
Con los soldados caídos, ya son 58 las bajas gubernamentales, a las que se suman la neutralización de 138 guerrilleros islamistas y 21 civiles, conforme a los últimos datos oficiales.
En declaraciones, grupos de asistencia civil y representantes de la Cruz Roja aseguraron que el número de civiles muertos podría sobrepasar el centenar, cifras no oficiales al no tener acceso a varias zonas de la población.
Según informes policiales los rebeldes cuentan con cohetes, granadas y explosivos de fabricación casera, junto al despliegue de francotiradores, para defender los tres barrios del centro de la ciudad donde resisten desde hace más de dos semanas.
Los combates comenzaron el día 23 de mayo al fracasar una operación militar para capturar a Isnilon Hapilon, líder del grupo yihadista Abu Sayyaf, también vinculado al Daesh, y quien permanecía guarecido por miembros del Grupo Maute.
Los islamistas contraatacaron para tomar parcialmente la ciudad y prendieron fuego a una comisaría, un colegio, una cárcel y una iglesia, donde secuestraron a un cura y 13 feligreses que mantienen cautivos.
Sin embargo, según fuentes gubernamentales, el asalto a Marawi también pudo ser planeado con anterioridad por la gran cantidad de suministros con los que parece contar el grupo armado.
El Ejército ha recuperado desde el primer día de batalla el 90 por ciento de la población y trata de liquidar "pequeños grupos de resistencia" parapetados tras un número indeterminado de civiles.
Los soldados actúan al amparo de la ley marcial, declarada por el presidente Rodrigo Duterte en toda la región de Mindanao el mismo día que se desató el conflicto.