Han caído sobre el río

67 muertos al colisionar un avión de pasajeros y un helicóptero militar en la mayor tragedia aérea en Washington desde 2009

Nueva actualización El presidente Donald Trump ha descartado que haya supervivientes y ha asegurado que el accidente se podría haber evitado. También ha acusado a Obama y Biden de contratar a controladores con "discapacidad intelectual".

Imagen de la tragedia en Washington

Los servicios de emergencia trabajan sin descanso en Washington para recuperar los cuerpos de las 67 personas que han fallecido después de que un avión comercial con 64 pasajeros a bordo y un helicóptero militar con tres tripulantes en su interior chocaran frontalmente. Sobre 20:45 hora local, la torre de control de la ciudad estadounidense daba aviso de la tragedia: "Acabo de ver una bola de fuego y luego ha desaparecido. El accidente ha sucedido en el río. Ambos han colisionado y han caído".

Se trata de la mayor tragedia aérea en Washington desde 2009. El avión salió desde Wichita, en el estado de Kansas, con dirección a Washington para aterrizar en el aeropuerto Ronald Reagan. De repente, un destello iluminó la noche: el avión comercial se partió en dos y cayó sobre el río Potomac. Iba a tomar tierra en la pista 33 del aeropuerto. El helicóptero militar, un black hawk del Ejército estadounidense, estaba realizando un vuelo de entrenamiento en el momento de la colisión.

Diez minutos después del accidente, los servicios de emergencia llegaron a la zona para comenzar con las labores de rescate, según informó la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser. De momento, las autoridades han logrado rescatar los cuerpos de 28 víctimas y han encontrado una de las cajas negras. La investigación se centra ahora en el helicóptero como posible causa de esta terrible tragedia. "Es muy posible que este vuelo de entrenamiento de este helicóptero Black Hawk fuera una misión de entrenamiento encubierta", ha explicado Geoffrey Thomas, analista de aviación.

Al parecer, el aparato no tendría activado la señal de seguimiento para que los controladores aéreos le localizaran. Además, volaba bajo en el momento en el que el avión se disponía a aterrizar. Según Thomas, el vuelo de American Airlines "estaba cumpliendo con las instrucciones de control de tráfico aéreo". La colisión sorprende porque, aunque el margen de error es muy limitado, se trata de uno de los corredores aéreos más congestionados de Estados Unidos, país acostumbrado a un constante tráfico de aeronaves al tratarse del espacio aéreo de la Casa Blanca y el Pentágono. Además, las condiciones climatológicas jugaban a favor: una noche despejada y con buena visibilidad.

Barbaridades tras la tragedia

Como no podía ser de otra forma, el presidente de EEUU, Donald Trump, ha comparecido horas después ante los medios para hablar de la tragedia. Ha afirmado que ahora mismo se están investigando todas las causas que han podido provocar la tragedia para poder dar respuesta lo antes posible a los familiares de las víctimas. Eso sí, no ha dudado en afirmar que el siniestro se podría haber evitado. Ha insistido, y mucho, en esta idea durante una intervención que no ha estado exenta de polémica.

El líder de EEUU y magnate no ha tardado más que unos minutos en responsabilizar -al menos, en parte- a la anterior administración, la de Joe Biden. Trump ha acusado a los demócratas de haber permitido la contratación de personas con "discapacidad intelectual" como controladores aéreos: "La FAA está reclutando a trabajadores que sufren discapacidades intelectuales graves, problemas psiquiátricos y otras afecciones mentales y físicas en el marco de una iniciativa de contratación basada en la diversidad y la inclusión. Tienen que ser talentosos, genios con talento natural".

Sí, es textualmente lo que ha dicho el presidente de EEUU, y no solo una vez, sino varias durante su comparecencia, algo que ha llamado la atención de los periodistas que estaban allí presentes. Los reporteros han repreguntado, por si acaso se tratara de un malentendido: "¿Está diciendo que el accidente ha ocurrido como resultado de la contratación por diversidad?". Y Trump ha respondido: "Podría ser". Lo cierto es que, a esta ahora, no está claro qué ha pasado ni cuáles han sido las causas, pero Trump ya tiene sus teorías. Una de ellas es que la torre de control no avisó al helicóptero.

Sin embargo, los audios de la torre de control a la tripulación de helicóptero dejan claro que sí hubo una advertencia del riesgo que había, pero esos mensajes no tuvieron respuesta desde el helicóptero. Esto significa que se puede afirmar que se emitió un aviso, pero no si este llegó a ser recibido. La rueda de prensa de Trump ha dado para mucho más. El presidente, que tiene muchos helicópteros, ha explicado cómo manejarlos. Según él, el aparato se podría haber parado rápidamente o incluso podría haber cambiado de rumbo en tan solo unos instantes.

Noche de rescates al límite

Mientras Trump soltaba todo tipo de teorías y afirmaciones sin fundamentos, los servicios de emergencia actuaban a contrarreloj para dar fin a un operativo horas después sin encontrar supervivientes. Las duras condiciones en el río Potomac han dificultado las operaciones, a lo que se sumaría la falta de visibilidad durante las primeras horas, cruciales. Condiciones que han limitado la posibilidad de rescatar alguna persona con vida.

El dispositivo ha concentrado aproximadamente 300 buzos de salvamento, además de zodiacs, varios helicópteros, ambulancias, policías y camiones de bomberos de toda la región. La operación para recuperar todos los cuerpos continúa mientras los restos de la tragedia yacen en el río. Entre los fallecidos hay destacadas figuras del patinaje artístico estadounidense, y también dos campeones del mundo rusos. Con ellos volaban entrenadores y familiares. Volvían de un evento en Wichita.