ALGUNOS PRESENTAN EL SÍNDROME DE DESCOMPRESIÓN

Los buzos apuran la búsqueda de los desaparecidos del Sewol ante la llegada del mal tiempo

Cientos de buzos trabajan a contrarreloj en busca de cuerpos dentro del buque surcoreano Sewol, hundido desde hace ya ocho días con 163 muertos y 139 desaparecidos, antes de que empeoren las condiciones del mar dificultando las labores de rescate.

Cientos de buzos trabajan a contrarreloj en busca de cuerpos dentro del buque surcoreano Sewol, hundido desde hace ya ocho días con 163 muertos, antes de que empeoren las condiciones del mar dificultando las labores de rescate.

En el último día de buen tiempo y marea baja, desde mañana se esperan lluvias y una subida del mar, los servicios de rescate siguen buscando a las 139 personas que se cree permanecen atrapadas en el barco tras recuperar algunos cuerpos más.

Después de más de una semana trabajando en el difícil acceso al barco bajo las aguas frías y turbias del suroeste de Corea del Sur, los buzos han comenzado a mostrar signos de agotamiento y algunos presentan incluso el conocido como síndrome de descompresión, informó la agencia local Yonhap.

De momento 163 personas han sido confirmadas muertas mientras 174 fueron rescatadas, todas ellas el miércoles 16, día del naufragio. Las esperanzas de hallar a alguien con vida ya se han agotado, lo que sitúa la cifra virtual de fallecidos en 302 a la espera de que se recuperen todos los cuerpos.

Un amplia mayoría de los muertos y desaparecidos son estudiantes de 16 y 17 años de un mismo instituto de bachillerato de Ansan, en la periferia de Seúl a unos 500 kilómetros al norte del lugar en que se fue a pique el ferri.

En Ansan, donde se han multiplicado los funerales, se vive un luto constante y cientos de personas se acercan cada hora a recordar a los fallecidos en un gran altar memorial de flores provisional que será reemplazado por uno permanente la próxima semana.

En este ambiente, el instituto donde estudiaban las víctimas ha retomado las clases, si bien recuperar la normalidad puede llevar un largo tiempo. Corea del Sur, un país que desde el naufragio ha vivido entre la tristeza y la conmoción, recibió las condolencias de Corea del Norte, país hermano de sangre pero enemigo político, que llegaron más tarde que las de otros Gobiernos.

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