Como jefe de Gobierno y como líder conservador
El canciller de Austria anuncia su dimisión tras fracasar las negociaciones para un Gobierno de coalición sin la ultraderecha
El contexto Tras la victoria de la ultraderecha en las elecciones de septiembre, conservadores, socialdemócratas y liberales no han logrado ponerse de acuerdo para un Gobierno tripartito.
El conservador Karl Nehammer, canciller federal en funciones de Austria, ha anunciado que va a presentar su dimisión en los próximos días, tanto como jefe de Gobierno como de la presidencia del Partido Popular (OVP), después del fracaso de las negociaciones para formar un Gobierno tripartito y aislar así a la ultraderecha, formación ganadora en los comicios de septiembre.
Así lo ha expresado a través de las redes sociales, toda vez que su formación abandonase las negociaciones con los socialdemócratas para formar Gobierno: "Ponemos fin a las negociaciones con el SPO, y no las continuaremos".
"Renunciaré como canciller y como líder del Partido Popular en los próximos días, y permitiré una transición ordenada", ha afirmado Nehammer en su declaración en redes sociales mediante un vídeo.
Sin acuerdo con los liberales
Los conservadores y los socialdemócratas, segunda y tercera fuerza tras las elecciones de septiembre, consideraron que su mayoría era demasiado escasa para gobernar. Por ello, Nehammer consideró que NEOS, el partido liberal, participase en un potencial tripartito.
Sin embargo, los liberales abandonaron el viernes la mesa de negociación para formar dicho Gobierno, ofreciendo eso sí un respaldo parlamentario a los conservadores y a los socialdemócratas para frenar a la ultraderecha.
"He dado garantías de nuestra voluntad de apoyar en el Parlamento reformas sobre las que sea posible un compromiso", dijo Beate Meinl-Reisinger, líder de los liberales, tras no poder llegar a un acuerdo con los conservadores sobre materia económica.
La ultraderecha, ganadora con casi el 29% de los votos
Ha fracasado así el intento de formar Gobierno y de dejar en la oposición al partido ultranacionalista FPO, ganador de las elecciones legislativas del 29 de septiembre pasado en Austria con el 28,8 % de los votos.