Epicentro de la pandemia
China condena a cuatro años de prisión a una ciudadana por informar sobre la pandemia en Wuhan
Zhang Zhan, abogada de 37 años, fue detenida por "difundir mentiras" tras mostrar imágenes de hospitales llenos y lanzar críticas contra la gestión del Gobierno de Pekín a través de sus redes sociales.
Un tribunal de Shanghái ha condenado a cuatro años de prisión a Zhang Zhan, una abogada de 37 años a la que se ha encontrado culpable de haber "generado problemas y peleas" con sus reportajes sobre el brote de coronavirus surgido a finales de 2019 en Wuhan.
En huelga de hambre desde junio, un mes después de su detención, Zhang ha sido condenada por el Tribunal Popular de la Nueva Area de Pudong, en Shanghái, según ha informado la agencia Hong Kong Free Press citando a su abogado.
Zhang fue detenida por "difundir mentiras" tras mostrar imágenes de hospitales llenos y lanzar críticas contra la gestión del Gobierno de Pekín a través de sus redes sociales.
Otro de sus abogados reveló la intención de Zhang de continuar con esa huelga de hambre "incluso aunque muera en prisión" si la condena era grave. La Fiscalía había pedido entre cuatro y cinco años de prisión por "publicar repetidamente un gran número de informaciones falsas" y aceptar entrevistas con medios extranjeros para "exagerar maliciosamente" la situación del coronavirus en Wuhan.
Desde el inicio de la pandemia en Wuhan, China ha detenido a varios activistas que trataban de informar de lo que estaba ocurriendo en la 'zona cero' y aunque algunos han sido liberados, de otros se desconoce su paradero, denunció la semana pasada la ONGHuman Rights Watch (HRW).
Uno de los detenidos de los que se desconoce su paradero es Fang Bin, un empresario de Wuhan que fue detenido por publicar vídeos de los hospitales de la ciudad en febrero.
Otro de los casos citados es el del periodista de Bloomberg Haze Fan que fue detenido el pasado 7 de diciembre por "poner en peligro la seguridad nacional", mientras que el 16 le ocurrió lo mismo a Du Bin, un periodista que había trabajado como fotógrafo colaborador con 'The New York Times' y que según sus amigos trabajaba en un libro crítico con el Gobierno.