Conflicto Israel-Hamás
Comprobar el estado de sus casas o comprar comida: así aprovechan los habitantes de Gaza la tregua
Gaza vive momentos decisivos mientras Israel y Hamás deciden si amplían la tregua de cuatro días que habían pactado y que está cerca de terminar. Mientras, los habitantes aprovechan para ver sus casas y comprar comida.
Gaza vive momentos decisivos. Este lunes se cumplen los cuatro días de tregua acordados por Israel y Hamás para el intercambio de rehenes y prisioneros, así como para permitir el acceso de ayuda humanitaria para una población que se encuentra en una situación crítica.
Los mediadores internacionales están presionando para que se extienda esta pausa, una posición en la que parecen estar de acuerdo los dos bandos, según sus últimas declaraciones.
Mientras intentan llegar a un acuerdo para ampliar esta tregua, los habitantes de Gaza están aprovechando esta "pausa" en el conflicto para acercarse a ver sus casas y comprobar si siguen o no en pie.
Un equipo de laSexta acompaña a Ali durante su vuelta a casa en Shati, al norte de la Franja de Gaza. "Esto es un infierno", reconoce. Un regreso momentáneo durante las últimas horas de tregua que le permite despedirse de su padre y su sobrino, asesinados en un bombardeo israelí
"Aquí, con nuestras propias manos, mi hermano pequeño y yo cavamos la tumba para los dos", recuera, dejando claro que ellos no son ni "Hamás ni Fatah".
Como él, miles de habitantes en Gaza apuran el alto el fuego para recoger lo poco que les queda antes de que se reanuden los ataques. Muchas personas no pueden soportar el dolor y, entre lágrimas, se llevan las manos a la cabeza viendo cómo su hogar ha quedado reducido a escombros.
Según 'The Guardian', entre el 40% y 50% de las casas en el norte, la zona más castigada, han sido atacadas. Denuncian que Israel no les permite acercarse a un kilómetro de la frontera, tampoco pisar el mar.
"Pensaba ganarme la vida pescando pero los israelíes nos disparan", indica uno de los habitantes. Muchos, han optado por desafiar dicha prohibición al no tener con qué bañar a sus hijos.
En el sur, hasta los niños esperan su turno, bombona en mano, para hacerse con algo de combustible, ya que por las noches el frío acecha. "No hay casa, ni refugio, ni ropa, ni comida, ni agua", lamentan, destacando que ya no tienen nada que les ayude a entrar en calor.