PEDÍAN LA LIBRERACIÓN DE LA FEMINISTA AMINA TYLER
Túnez condena a cuatro meses de prisión a las activistas de Femen
Las tres activistas europeas del grupo radical feminista Femen detenidas en Túnez el 29 de mayo, han sido condenadas a cuatro meses y un día de cárcel, por "atentado contra el pudor y las buenas costumbres", confirmó el abogado tunecino Suhair Bahri.
"Esperaba que fueran liberadas, pero desgraciadamente siguen en prisión", dijo Bahri antes de agregar que apelará la sentencia para evitar que las francesas Pauline Hillier y Marguerite Stern, de 27 y 23 años respectivamente y la alemana Josephine Markmann, de 19, cumplan la sentencia.
Las tres jóvenes, acusadas también de "incitar al libertinaje", fueron detenidas por protestar a pecho descubierto frente al Palacio de Justicia para pedir la liberación de la feminista tunecina Amina Tyler, en prisión preventiva desde el 19 de mayo.
Durante la primera sesión del juicio, celebrada el día 5, la defensa argumentó contra la acusación de incitación al libertinaje asegurando que "sus cuerpos no son un objeto de exhibición para seducir sino un mensaje político".
Las feministas, de acuerdo al artículo 226 bis del Código Penal tunecino, podrían haber sido sentenciadas a una pena de prisión máxima de un año, con cumplimiento de condena.
Por otra parte, el juez que lleva el caso de Amina Esbui, más conocida como Amina Tyler, que está siendo juzgada en la ciudad de Qirauán, por profanar el espacio sagrado de un cementerio y atentar contra las buenas costumbres, aún no se ha pronunciado tras la primera sesión del juicio.
Amina saltó a la fama el pasado marzo después de que se difundiera una foto suya en internet en la que aparecía semidesnuda para criticar la moral conservadora de su país.
Su acción provocó el malestar de las autoridades, que a través del ministerio de Asuntos Religiosos mostraron su condena ante lo que calificaron de "actos provocadores contrarios a las buenas costumbres morales y a los valores del pueblo musulmán".
Asimismo, desató tanto la indignación de grupos de extremistas religiosos que han llegado a sugerir que Amina debería ser azotada y lapidada, como la simpatía de numerosas organizaciones de derechos humanos tanto dentro como fuera del país.