A unos 150 kilómetros de Varsovia
Detectan una fuga en el oleoducto 'Druzhba', principal conducto de petróleo entre Rusia y Europa
La fuga ha sido detectada a su paso por Polonia. El 'Druzhba' es uno de los oleoductos más largos del mundo y fue construido por la Unión Soviética para unir los yacimientos de petróleo de Siberia occidental con Europa.
La empresa que gestiona el oleoducto Druzhba investiga las causas de una fuga detectada durante la noche del martes al miércoles, aunque por el momento no lo estudia como un sabotaje. Los técnicos de PERN, compañía que explota el tramo polaco del oleoducto, se encuentran en el punto donde se produjo la avería, situado en Lania, a unos 150 kilómetros de Varsovia, y han confirmado que solo una de las tuberías de la línea resultó afectada y la otra "funciona con normalidad".
Según informó a la prensa polaca Małgorzata Jarocka-Krzemkowska, portavoz de los bomberos, hay dos unidades desplegadas en la zona que trabajan en el bombeo del petróleo filtrado y que han extraído ya unos 400 metros cúbicos. "La fuga se produjo en un campo de maíz, lejos de edificaciones y vías de comunicación; se trata de una fuga subterránea y de momento ignoramos su alcance", explicó la portavoz.
El oleoducto Druzhba, cuyo nombre significa "amistad" en ruso, es uno de los más largos del mundo y fue construido por la Unión Soviética para unir los yacimientos de petróleo de Siberia occidental con Europa. El brazo norte, que atraviesa Polonia y llega hasta Alemania, donde abastece a la refinería alemana de Schwedt.
El tramo afectado es el de más capacidad de los dos que tiene el oleoducto y puede transportar hasta 77 millones de toneladas de petróleo al año.Las tareas de limpieza continúan y, según los bomberos, cuando se consiga extraer la mayor parte del petróleo vertido se podrán identificar las causas de la avería.
Hace pocos días, Varsovia elevó su nivel de alerta al segundo más alto para "asegurar las infraestructuras energéticas" nacionales y la mantendrá vigente hasta el 30 de noviembre. Esta decisión se tomó después de los sabotajes producidos en el gasoducto Nord Stream, cuya autoría sigue sin esclarecerse pero que el Gobierno polaco atribuye a una posible "provocación" rusa.