Al estilo Dominique Pelicot

Dos periodistas alemanas destapan chats de violadores que planeaban comprar drogas y abusar de mujeres

Destapado el entramado Las dos periodistas encontraron un infierno de depravación en el que hombres explicaban dónde comprar las drogas, cómo abusar de ellas, algunas completas desconocidas, otras sus propias parejas, hermanas y hasta madres.

En varios chat en internet se intercambiaban mensajes, ideas y planes para abusar de mujeres. Un infierno de depravación en el que solo en uno de ellos había más de 70.000 hombres de todo el mundo. Explicaban dónde comprar las drogas, cómo abusar de ellas, algunas completas desconocidas, otras sus propias parejas, hermanas y hasta madres.

Dos periodistas alemanas han destapado todo este entramado. Un repugnante mensaje, "no es violación si ella no se entera", siendo de los más suaves, resume el inframundo de subseres depravados que esta investigación ha destapado. Al menos cuatro grupos de chats encriptados entre degenerados de todo el mundo.

Grupos plagados de asquerosas fotos, vídeos, de brutales abusos a mujeres inconscientes y drogadas. Alguno, con hasta 73.000 invitaciones para verlo. Como los de un usuario que presume de llevar años abusando de su hermana. O los de otro que es a su esposa a quien "prostituye", por lo que deja caer. "Mi mujer jura que nunca se ha metido nada por el culo, pero nosotros sabemos que sí, ¿eh?", indica el usuario.

Se admiten hasta las más macabras "peticiones del oyente". "¿Qué queréis ver dentro de ella?", pregunta un usuario, a quien otro responde: "Oh, utensilios de cocina".

Estas bestias predadoras también comparten perturbadores manuales de instrucciones para consumar la carroña. Aconsejando, por ejemplo, evitar en lo posible sospechosos habituales como el GHB o la ketamina. Algunas pastillas para dormir no sólo pueden llevar a la pérdida de consciencia, sino que generan lagunas de memoria.

La doctora Anja Schmidt, Jurista especializada en la Asociación Alemana de Abogadas, asegura que lo encuentra "devastador" y "una prueba de que las normas actuales son insuficientes". Tiene que cambiar esta perversión patriarcal.

Explican las abogadas que, por ejemplo, al contrario de lo que pasa con las imágenes de menores, la sola posesión de material sobre violaciones a personas adultas no es delito. Esto cuando aún duele la resaca del caso Pelicot y muy cerca de nosotros, en Portugal, también se ha descubierto alguna de estas redes vejatorias.