REFLEJO DEL DOLOR DE LA GUERRA
El desgarrador testimonio de Abdel, víctima del ataque químico en Siria: "Enterré a mis hijos con mis propias manos"
Abdel ha tenido que enterrar con sus propias manos a sus bebés de tan solo nueve meses, a su mujer y a sus hermanos, víctimas del ataque químico en Idlib. Lo cuenta sin apenas sostenerse en pie, un testimonio directo a las conciencias.
Casi sin poder dar un paso Abdel encarna el dolor: "Esta es mi mujer y estos Ahmed y Aya", son los nombres de sus gemelos de nueve meses. Los tres murieron en el bombardeo del pasado martes y ahora sus lágrimas empapan la tierra en la que él mismo los enterró: "Los enterramos, tomé a Ahmed y Aya y los enterré con mis hermanos, enterré a mis hijos con mis propias manos".
Tienen que ayudarle para poder dar los pasos entre las tumbas de sus familiares. Ha perdido a 25 miembros de su familia en un ataque del que quiso protegerlos. Sacó de casa a su mujer e hijos por miedo a más bombas y al respirar el gas murieron: "Vi a mi esposa ya mis hijos delante de mí, muertos". No hay lágrimas que consuele su pérdida en un ataque sin escrúpulos que no entiende y del que no deja de preguntarse el porqué.