Biden, presidente electo
Joe Biden, el calmado plan 'anti-Trump' que debe unir a un país fracturado
La misión más complicada que tendrá Joe Biden como presidente de los Estados Unidos será la de curar las heridas abiertas en los últimos cuatro años en un país que ha hablado claro y lo ha hecho contra Trump.
A sus 77 años, Joseph R. Biden Jr. se convierte en el 46º presidente de los Estados Unidos. Tras una vida dedicada a la política, su marcado carácter calmado y dialogante le tendrán que marcar el paso para unir a una nación dividida.
Se trata del culmen a una carrera de medio siglo dedicado a la política, de uno de los más veteranos políticos que ya estuvo en la Casa Blanca, en concreto ocho años como vicepresidente de Barack Obama.
Nacido en 1942 en Scranton, Pensilvania, Biden se mudó a los 11 años a Delaware, lugar en el que se ha enterado de su elección oficial como presidente de los Estados Unidos. Allí se graduó en Historia y Ciencias Políticas en 1965.
Padre de tres hijos, entró en política a los 27 años tras lograr un puesto de concejal en New Castle. En 1972, fue elegido senador, año en el que perdió a su mujer, Neilia, y a su hija Naomi en un accidente de tráfico.
No es la primera vez que Biden se presenta a las elecciones de Estados Unidos. La primera vez fue en 1984, pero acabó arrepintiéndose. Su segundo intento fue en las primarias de 2007, pero perdió contra un Obama que le nombró su vicepresidente.
Tras ocho años en la Casa Blanca y un amago de dejar la política, la derrota de Hillary Clinton le motivó para presentarse a las elecciones de este año. Obama le ha acompañado en los últimos días de campaña, anunciando algo que se ha acabado cumpliendo, cuando presentaba al "próximo presidente de los Estados Unidos".
A su lado estará Kamala Harris, la primera mujer en ser vicepresidenta de los Estados Unidos y la primera persona negra en ostentar este cargo, un perfil amable y duro en la política social que funcionará como balance perfecto ante el perfil previsiblemente calmado de Biden, sobre todo en cuestión interior.
Su perfil católico y su postura calmada, contrastando por el perfil punzante de Trump, ha acabado siendo el estandarte de la Estados Unidos que ha dicho 'basta' a la fórmula Trump y da la bienvenida a la 'nueva normalidad'.