Ahora está refugiado en Noruega
"Escuché disparos y las balas me rozaron": la huida de un desertor del grupo de mercenarios Wagner
Andrey Medvedev es un desertor de los mercenarios del grupo Wagner, a quienes Rusia paga para luchar en Ucrania. Ha conseguido huir a Noruega. Según su relato, en la huida corrió el riesgo de "ser capturado, asesinado o algo peor".
Saltó vallas y corrió bosque a través mientras era perseguido por perros hasta cruzar la frontera. Así es como Andrey Medvedev consiguió desertar del grupo de mercenarios Wagner, según él mismo ha relatado ahora.
"Me di la vuelta y vi a gente con linternas corriendo detrás de mí. Escuché dos disparos y las balas me rozaron", ha relatado. A lo lejos, vio luces de casas encendidas y atravesó un lago helado para llegar hasta ellas. Ya en suelo noruego, fue detenido.
Medvedev, que ha combatido en Ucrania, asegura que decidió huir tras presenciar el maltrato y asesinato de aquellos que querían abandonar el grupo de mercenarios rusos. "Cuando los prisioneros llegaron, pasaron cosas raras. Los oficiales Wagner mataron a muchos de ellos", ha contado. Según su testimonio, les disparaban en los entrenamientos y mataban a sangre fría a todo aquel que intentaba huir.
"Yo corrí el riesgo de ser capturado, asesinado o algo aún peor", ha asegurado. Medvedev, que asegura temer por su vida, espera ahora recibir asilo político en Noruega.
Así mata Wagner
El grupo Wagner lo forman mercenarios profesionales, a los que Vladímir Putin recurrió hace meses para su guerra en Ucrania. Tras su huida, Medvedev ha contado muchas cosas acerca de cómo funciona el grupo y asegura que puede ayudar a esclarecer los crímenes de guerra perpetrados por él.
Así, el desertor podría dar nombres de gente al mando o información de cómo el grupo consigue las armas, dónde se han cometido masacres y enterrado los cadáveres. Al parecer, tenía orden de no dejar prisioneros: matar a reclutas y, a los oficiales, matarlos tras sacarles información en el puesto de mando.
Pero la crueldad del grupo Wagner se extendería también a sus propios mercenarios. Un caso concreto que ha relatado Medvedev es el de un soldado capturado por los ucranianos que criticó públicamente a Rusia. Tras un intercambio de prisioneros, fue golpeado con un mazo hasta la muerte. Lo contamos en este vídeo de laSexta Clave: