Ante la deriva de la plataforma

Estampida de X mientras Trump y Musk irrumpen en la Casa Blanca: políticos, instituciones y usuarios abandonan la red social

Éxodo en masa Coincidiendo con la toma de posesión del republicano, miles de usuarios, así como personajes públicos, instituciones y medios de comunicación, han dicho adiós a la red social propiedad de Musk.

Donald Trump ha entrado en la Casa Blanca como un elefante en una cacharrería. Solo en sus primeras horas como presidente, el republicano ha firmado una avalancha de órdenes ejecutivas para borrar de golpe y porrazo el legado de su predecesor, Joe Biden, con la política migratoria y arancelaria en el punto de mira y llevándose por delante consensos básicos en materia de diversidad o protección medioambiental.

Una irrupción en el Despacho Oval que Trump hace esta vez de la mano de Elon Musk, el hombre más rico del mundo y uno de sus más fieles aliados, que además formará parte de su nueva Administración. Mientras el ya presidente y el dueño de la red socialX desembarcaban en la Casa Blanca, sin embargo, la plataforma experimentaba un éxodo: en las últimas horas, coincidiendo con la toma de posesión del magnate, políticos y usuarios anónimos la han abandonado en tromba.

En España, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y los ministros de Cultura y Juventud, Ernest Urtasun y Sira Rego, han anunciado este martes que dejarán X porque se ha convertido en un "mecanismo de propaganda" y "altavoz de la extrema derecha". Las dos ministras, además, ha aludido al polémico gesto de Musk de la víspera, cuando realizó un aparente saludo nazi, como detonante de esta decisión.

Pero no son los únicos. Solamente el lunes, día de la investidura, unos 30.000 usuarios trasladaron su cuenta del antiguo Twitter a otras redes sociales como Mastodon o BlueSky a través de la plataforma francesa HelloQuitX, según los responsables de esta iniciativa, que permite transferir los datos de manera automática desde una cuenta de X a estas plataformas alternativas a la liderada por Musk.

Francia es uno de los países donde más se está contestando la línea impuesta por Musk en los algoritmos de X. Allí, cientos de instituciones, organizaciones y personajes públicos han abandonado ya la plataforma, entre ellos la ciudad de París; su alcaldesa, Anne Hidalgo, y un grupo de 86 asociaciones solidarias y ambientales que comunicó esta decisión el pasado viernes. Amigas de la Tierra, Ecologistas en Acción y Greenpeace también anunciaron que dejarían la red social coincidiendo con la investidura de Trump.

También el periódico galo 'Le Monde' anunció el mismo lunes su marcha de la plataforma debido a "la intensificación del activismo" en favor de la línea política de Musk y del trumpismo y la creciente toxicidad de los intercambios. Desde la victoria electoral de Trump y el nombramiento de Musk dentro de su Ejecutivo, también otros medios europeos, como el británico 'The Guardian' o 'La Vanguardia', han dicho adiós a X.

La semana pasada, también el Ministerio de Defensa deAlemania anunció que "congelaba" su presencia en dicha red social -mantiene su perfil, pero sin publicar "de forma proactiva"- por la creciente dificultad para debatir en ella con argumentos objetivos, aunque el Gobierno alemán de momento permanece en la plataforma propiedad de Musk.

Las injerencias de Musk y la nueva oligarquía

Precisamente en ese país, Musk ha irrumpido de lleno en la campaña electoral dando su apoyo público al partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y prestando su red social al servicio de su candidata, Alice Weidel.

Una injerencia que el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, condenaba este lunes, asegurando que es "inaceptable". A su vez, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llamaba a Europa a "plantar cara" a la "tecnocasta" que pretende "usar su poder omnímodo sobre las redes sociales para controlar el debate público" y "la acción gubernamental de todo Occidente".

El ya expresidente de Estados Unidos, Joe Biden, advertía precisamente en su discurso de despedida de que "se está gestando una oligarquía en Estados Unidos". La plana mayor de esa "oligarquía" o "tecnocasta", precisamente, estuvo bien representada en la jura de Trump, que estuvo arropado por los grandes líderes de Silicon Valley: a la ceremonia asistieron los consejeros delegados de Google, Amazon, Apple y Meta, Sundai Pichar, Jeff Bezos, Tim Cook y Mark Zuckerberg. Y, por supuesto, el propio Musk.