Elecciones en Italia
Europa, en vilo por la victoria de Meloni y la extrema derecha en Italia
La llegada del posfascista Hermanos de Italia al Consejo de Ministros de Italia, la tercera economía del euro, ha hecho que una ola de preocupación recorra los Veintisiete. París asegura que estará vigilante y en La Moncloa no ocultan su inquietud.
La victoria de la ultraderechista Giorgia Meloni, líder del partido posfascista Hermanos de Italia, y su posible llegada a la presidencia del Consejo de Ministros de Italia ha preocupado al resto de capitales de los Veintisiete. Salvo alguna excepción, como Hungría o Polonia, los países contemplan con recelo la victoria de la coalición de extrema derecha en las elecciones de este domingo.
La más franca ha sido la primera ministra de Francia, Elisabeth Borne, quien ha asegurado que el Elíseo estará vigilante de cualquier posible violación de los derechos humanos por parte de los posfascistas.
"Evidentemente estaremos atentos y con la presidenta de la Comisión Europea (Ursula von der Leyen) para que esos valores sobre los derechos humanos, sobre el respeto de unos y otros, en particular el respeto al derecho del aborto, sean respetados por todos", ha dicho la jefa del Ejecutivo galo en una entrevista al canal BFMTV.
Respondía así a una pregunta sobre unas declaraciones de Von der Leyen la semana pasada sobre los comicios en Italia, ante el previsible triunfo de la ultraderechista Giorgia Meloni en el sentido de que Bruselas está preparada para trabajar con cualquier gobierno democrático de un país miembro, pero que dispone de "herramientas" si las cosas tomaran una "dirección difícil".
La coalición de derechas liderada por el FdI de Meloni, junto a la Liga Norte de Matteo Salvini y Forza Italia de Silvio Berlusconi, ha obtenido más del 44% de los votos en unas elecciones marcadas por una alta abstención. El partido de Meloni ha conseguido casi tantos votos como toda la coalición de izquierdas, liderada por el Partido Democrático.
La Moncloa, preocupada por Meloni
Desde La Moncloa, en primer lugar muestran su respeto al voto de los italianos pero, a renglón seguido, asisten con preocupación a la implantación de algunas de las propuestas de Meloni durante la campaña.
En este sentido, el ministro de Asuntos Exteriores, José María Albares, ha pedido reflexión. "Son momentos muy definitorios en Europa donde, desde la caída del muro de Berlín, no estábamos en un momento de tanto cambio", ha sostenido en una intervención durante un desayuno de prensa.
Así, el diplomático en jefe de nuestro país ha explicado que ahora mismo existen dos modelos en Europa: "el modelo de la construcción europea, que ha dado épocas de paz y estabilidad; y el de Putin, al que miran fuerzas políticas, que es el autoritario sin creer en la diversidad", ha mantenido.
"El resultado de las elecciones en Italia es muy triste y preocupante. Son momentos difíciles, pero no podemos resignarnos", ha escrito, por su parte, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, en una publicación en la red social Twitter en la que ha asegurado que Italia sigue siendo necesaria para construir una Europa más "social y democrática" y "no siguiendo los pasos de Hungría y Polonia".
Porque la extrema derecha europea sí se ha felicitado por la llegada de Meloni al futuro Ejecutivo italiano. Si ahora en los Consejos Europeos Hungría y, en menor medida, Polonia podían hacer un frente común ante determinadas políticas europeas, la llegada del neofascismo de Meloni puede inclinar la balanza, con el peso decisivo de Italia suponiendo un apoyo relevante en sus causas.