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Cita electoral europea

Cómo la guerra en Ucrania y la inflación pueden ser decisivas en las elecciones europeas

El 9 de junio se celebran elecciones europeas en España (y durante los días previos, en el resto de países de la UE) y se prevé un aumento de la participación. ¿Qué preocupa a los europeos? Principalmente, la subida de precios.

En breve

El 81% de los europeos cree que participar en las elecciones al Europarlamento de este año es más importante si cabe, teniendo en cuenta la situación geopolítica actual. Esta conclusión se extrae del Eurobarómetro del Parlamento Europeo publicado el pasado mes de abril, que muestra no sólo cómo ha crecido el interés en la cita europea con respecto al mes de octubre, sino también en comparación con la última encuesta publicada antes de las elecciones europeas de 2019. "Los europeos son conscientes de que hay mucho en juego en las urnas y saben que votar es más importante en el contexto geopolítico actual", asegura la presidenta del Parlamento, Roberta Metsola.

Las de 2024 son las primeras elecciones europeas que tienen lugar desde que Rusia invadió Ucrania, en febrero de 2022, en un conflicto que ha mantenido en vilo a prácticamente todos los países de la región. De hecho, en los días previos a las elecciones, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha visitado diferentes países europeos, entre ellos España y Bélgica, con quienes ha ido firmando acuerdos bilaterales de seguridad y cooperación, en consonancia con la actuación del bloque comunitario en estos más de dos años: los países de la UE han ido suministrando armas y recursos a Ucrania, mientras Bruselas ha empezado a acelerar el proceso para que Ucrania entre a formar parte de la Unión.

Y en este caso particular, hay que tener en cuenta que la cuestión de Rusia genera una particular polarización en la Unión Europea. Mientras los países del norte y este de Europa han presionado por endurecer la postura comunitaria hacia Kyiv, los Estados del sur y oeste del bloque han sido más propensos a la cooperación. En este contexto, la directora del Istituto Affari Internazionalli y ex asesora especial de Federica Mogherini y Josep Borrel, Nathalie Tocci, considera que la postura europea desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania ha sido bastante "unificada", teniendo en cuenta que los paquetes de sanciones contra Moscú se han ido aprobando por unanimidad.

Esto no implica, no obstante, que no existan diferencias —las más claras, por ejemplo, entre Francia y Alemania—, y aunque el conflicto ruso-ucraniano las ha puesto claramente de manifiesto, los países miembros parecen haber llegado a un espacio de convergencia política en esta materia, según explica el profesor de la Escuela de Gobernanza de Bruselas Giovanni Grevi.

La ultraderecha, ¿la gran vencedora de la UE?

En este contexto, sin embargo, hay que tener en cuenta otra tendencia creciente de cara a las elecciones europeas: el previsible aumento de la extrema derecha en el bloque comunitario. Aparentemente, el posible ascenso de la ultraderecha europea —en España, por ejemplo, las encuestas auguran que Vox duplique sus resultados y que, además, otro partido ultra consiga hasta un eurodiputado— viene derivado de lo que algunos consideran la entrada irregular y descontrolada de inmigrantes y solicitantes de asilo a suelo europeo; pero hay expertos que apuntan a que el crecimiento de los partidos populistas puede deberse también, en parte, al fuerte compromiso de la UE de mantener unos altos niveles de ayuda, tanto financiera como militar, a Ucrania.

El grupo Identidad y Democracia —conformado principalmente por diputados de Alternativa para Alemania (AfD), la Agrupación Nacional de Marine Le Pen, el Partido por la Libertad de Geert Wilders, la Lega italiana o el Partido de la Libertad de Austria— puede llegar a ser el tercero más numeroso en el Parlamento Europeo, donde desde las elecciones de 2019 ha ocupado un más discreto sexto lugar. No hay que olvidar que estos partidos abogan por medidas que van desde el tradicionalismo cultural a los estrictos controles de inmigración, pero pasando por una resolución negociada del conflicto entre Ucrania y Rusia, más que el férreo apoyo que ha prestado la UE de Ursula Von der Leyen a Kyiv durante los últimos dos años.

En función del espacio que acaben ocupando ID y otras fuerzas más proclives a una postura de negociación entre Moscú y Kyiv, que descarte la ayuda a ojos cerrados al Gobierno de Zelenski, tendrá un mayor o menor peso en la toma de decisiones de la Unión Europea en lo que se refiere al apoyo a Ucrania y a su integración en el bloque europeo, según indica la profesora e investigadora Molly O'Neall.

No hay que olvidar, además, que sobre las elecciones europeas ya planean las elecciones presidenciales de Estados Unidos, que se celebran en noviembre, y a las que vuelve a presentarse Donald Trump quien, además, parte como favorito. En el caso de que regrese a la Casa Blanca el exmandatario republicano, se prevé que Washington retire parte de su apoyo a Ucrania, lo que tendría consecuencias directas en la aportación a nivel económico y de recursos de los partidos europeos que apoyan a Kyiv, que podrían verse obligados a reestructurar sus presupuestos y a recalibrar su prioridades.

La inflación, problema clave de cara a las europeas

Otro de los problemas comunes de la Unión Europea, claramente agravado por el conflicto, es el incremento de los precios en los últimos dos años. Mientras algunos expertos consideran que la inflación no ha sido definitoria en el cambio de color de muchos países europeos desde 2022, en lo que la inflación ha ido subiendo, —el especialista en política comparada, doctorado en Ciencias Políticas por la Universidad de Waseda y profesor asociado de la Universidad de Kitakyushu Ryo Nakai, por ejempo—, esta es una de las explicaciones más habituales en los cambios de Gobierno.

Nakai sostiene que en los giros a la derecha contemplados en diferentes países de Europa en 2023 y 2024 han tenido más que ver con factores específicos de cada país y con tendencias estructurales de largo plazo más que con la inflación en sí. No obstante, según una reciente encuesta de Ipsos para Euronews colocaba este problema en cabeza entre las preocupaciones de los votantes europeos. Tanto es así, que para estas elecciones se ha colocado por delante incluso de cuestiones como la inmigración o el cambio climático: todo lo relacionado con la economía ocupa cuatro de las cinco prioridades de los votantes a la hora de tomar la decisión sobre su voto.

La gente compra muchísimo menos, pero paga muchísimo más

En teoría, la crisis inflacionaria parece ir remitiendo, pero en la práctica, el impacto de la inflación en los ciudadanos sigue estando muy presente. "La gente compra muchísimo menos y, sin embargo, paga muchísimo más", asegura a Investigate Europe Réka, cajera de un supermercado en Budapest (Hungría), quien asegura que la gente aún se pone muy "nerviosa y tensa" a la hora de pagar". Hungría tiene la inflación de alimentos más alta de toda Europa, con precios que duplican a los de 2020.

La inflación anual de la UE alcanzó el récord en octubre de 2022, cuando llegó al 10,7% —el objetivo planteado por el Banco Central Europeo es del 2%—, derivado en gran medida de las consecuencias de la pandemia del Covid, pero también agravada por la invasión rusa en Ucrania. Y entre los que han incluido estas cuestiones dentro de su discurso programático de las elecciones europeas están varios partidos de extrema derecha. Jordan Bardella, candidato de la Agrupación Nacional de Le Pen en Francia, ha definido el problema con el poder adquisitivo como "una de las grandes angustias sin tratar" de los franceses, "un muro" al que muchos ya no pueden hacer frente.

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