BAJO SU CANCILLERÍA SE PRODUJO LA UNIÓN DE LAS DOS ALEMANIAS
Helmut Kohl: "Europa no debe ser un nuevo hogar para los refugiados"
El excanciller de la República Federal Alemana y, tras la unión de las dos Alemanias, de la Alemania unida, Helmut Kohl, ha afirmado que Europano puede ofrecer una solución global a la crisis migratoria y advirtió que el continente no debe convertirse en el "nuevo hogar" para los millones de personas que se encuentran en situaciones de emergencia en todo el mundo. Kohl, quien presidió el partido de Merkelantes de que ella le sucediese, mantiene, desde hace un años, relaciones distantes con ella.
"La solución está en las regiones afectadas, no en Europa", apuntó el veterano político y patriarca de la Unión Cristianodemócrata, CDU, en un artículo que publicará mañana el diario 'Der Tagesspiegel'.
Kohl, quien la próxima semana recibirá en su domicilio privado al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, representante de la línea dura contra la llegada de refugiados, considera que Europa está al borde de la división y aconseja a sus 28 miembros "una mayor cohesión y confianza mutua".
Ante la crisis migratoria, Europa debe atender no solo a "aspectos humanitarios", sino que debe tomar en consideración sus "intereses culturales y su política de seguridad", prosigue el político conservador, de 86 años. Muchos de los refugiados proceden de "ámbitos culturales muy distintos", argumenta, y que se ciñen a "valores y modelos de sociedad diferentes a los judeo-cristianos".
Kohl, quien gobernó en Alemania durante 16 años, de 1982 y 1998, por lo que fue el canciller que dirigió la unión de las dos Alemanias separadas por un muro simbólico y real, y quien presidió la CDU durante un cuarto de siglo, mantiene relaciones más bien distantes con la formación que lidera desde el 2000 la canciller Angela Merkel.
El veterano político dejó la presidencia honorífica del partido a raíz del escándalo de financiación irregular destapado tras pasar la CDU a la oposición, en 1998, con la derrota electoral de Kohl ante el socialdemócrata Gerhard Schröder.
Con el tiempo, sus relaciones con el partido y con Merkel se han ido normalizando, aunque puntualmente han surgido nuevos motivos de fricción, en medio de las críticas del patriarca a la gestión de la actual canciller.