Votación mayoritaria
Finlandia aprueba su ingreso en la OTAN y empieza a levantar una valla en la frontera con Rusia
Con 184 votos a favor y solo siete en contra, la medida ha pasado el primer trámite en el Parlamento finlandés. La votación coincide con el inicio de la construcción de una valla con concertinas que recorrerá unos 200 kilómetros de frontera.
El Parlamento finlandés (el Eduskunta) ha aprobado el ingreso de Finlandia en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Lo ha hecho con 184 votos a favor y solo siete en contra.
Finlandia tiene la frontera con Rusia más larga de toda la Unión Europea (UE) y la segunda de Europa, después de la de Ucrania.
La medida contaba con la oposición inicial de varios diputados miembros de la Alianza de Izquierdas (uno de los cinco partidos de la coalición gubernamental) que han pedido incluir en la ley una disposición que prohíba el estacionamiento de armas nucleares y el establecimiento de bases permanentes de la OTAN en Finlandia.
Esto choca con la línea oficial del Gobierno que lidera Sanna Marin, que no es partidaria de incluir condiciones previas en el protocolo de adhesión para no limitar el margen de maniobra en un futuro.
El presidente finlandés, Sauli Niinistö, máximo responsable de la política exterior y de seguridad del país nórdico junto con el Gobierno, tampoco avogaba por poner limitaciones legales. "Digámoslo con claridad: aunque no impongamos ninguna restricción previa a nuestra pertenencia a la OTAN, Finlandia no tiene ninguna intención de introducir armas nucleares en su territorio", afirmó Niinistö en noviembre pasado.
Empieza ya la construcción de la valla fronteriza
Además, Finlandia ha iniciado ya la construcción de una valla metálica en los tramos más vulnerables de su frontera con Rusia. La idea es que recorra entre 130 y 260 kilómetros y el objetivo es el de frenar la inmigración ilegal y una eventual llegada masiva de refugiados.
Las obras han empezado por el municipio fronterizo de Imatra, en el sureste de Finlandia, con la tala de árboles y desbrozado de una franja de tres kilómetros que después irá con una carretera y una valla metálica de tres metros de altura con concertinas y cámaras de videovigilancia.
Ahí se levantará un tramo de prueba, en uno de los cruces fronterizos más transitados por su proximidad con San Petersburgo, con un coste de unos seis millones de euros.