TRAS CUATRO MESES DE MOVILIZACIONES
Fuertes disturbios y decenas de detenidos en una nueva jornada de protestas de los 'chalecos amarillos'
Cristales rotos, contenedores en llamas y destrozos en las calles. La Policía francesa ha intervenido con gas lacrimógeno y cañones de agua para contener a los más violentos. Tras cuatro meses de protestas, los 'chalecos amarillos' rechazan las nuevas políticas económicas del presidente Emmanuel Macron.
Los 'chalecos amarillos' han lanzado un ultimátum al presidente de Francia, Emmanuel Macron, con una nueva manifestación que desde primera hora de la mañana registró altercados y estaba destinada a mostrar que el movimiento mantiene su fuerza a pesar de las promesas gubernamentales.
"Después de esta jornada, al menos para mí, no habrá más manifestaciones. Habrá acciones de verdad, tendremos que proponer bloqueos. Hemos demostrado que sabemos manifestarnos, que no ha funcionado y que no hemos sido escuchados", dijo en las redes sociales uno de sus líderes radicales, Éric Drouet.
Esta décimo octava manifestación está considerada crucial porque se cumplen cuatro meses de protestas y tiene lugar un día después del final del Gran Debate Nacional impulsado en enero por Macron para encontrar respuestas con las que atajar la crisis social y política desatada desde mediados de noviembre por los 'chalecos amarillos'.
El llamado RIC, Referéndum de Iniciativa Ciudadana (RIC), sigue siendo la principal reivindicación de los opositores, que también reclaman la disolución de la Asamblea Nacional y la constitución de una provisional "mientras se reorganiza el sistema".
La Prefectura de Policía de París movilizó para este fin de semana 5.000 efectivos, un número superior a los desplegados en protestas anteriores, consciente de que esta jornada es delicada y va a coincidir con otra gran marcha organizada en contra del cambio climático.
El Arco del Triunfo fue epicentro de los altercados en la capital, que las fuerzas del orden intentaron contener con gases lacrimógenos, y ante los que a mediodía había ya unos treinta detenidos.
"No hay duda: instan a la violencia y están ahí para sembrar el caos en París. Profesionales del desorden equipados y con máscaras han infiltrado los cortejos. Mi consigna a la Prefectura de Policía: responder con la mayor firmeza a esos ataques inadmisibles", dijo en Twitter el ministro del Interior, Christophe Castaner.
Los manifestantes tenían como objetivo acercarse al Elíseo, pero los accesos al Palacio presidencial, igual que a otros puntos considerados "sensibles", habían sido bloqueados.