Trama de abuso sexual a menores
Ghislaine Maxwell, expareja de Jeffrey Epstein, pide libertad bajo fianza de cinco millones de dólares por el riesgo que el coronavirus supone su salud
La expareja de Jeffrey Epstein, acusada de ayudar al magnate en una trama de abuso sexual a menores, ha pedido quedar en libertad por el riesgo que el COVID-19 supone para su salud en la cárcel.
Los abogados de la británica Ghislaine Maxwell, acusada en Nueva York de ayudar al magnate financiero Jeffrey Epstein en una trama de abuso sexual a menores, han pedido al juez libertad confinada en casa bajo fianza de cinco millones de dólares por el riesgo que la COVID-19 supone para su salud y su defensa mientras está en la cárcel.
En una carta, un equipo encabezado por el letrado Mark Cohen contradice los argumentos de la Fiscalía sobre el "riesgo de fuga extremo" de la detenida, comenzando por que su clienta "no es Jeffrey Epstein", y propone que se le retiren los pasaportes y se le permita estar confinada en una residencia en el sur de Nueva York con un dispositivo de localización GPS y bajo supervisión de las autoridades.
Maxwell, de 58 años, socia y expareja de Epstein, fue detenida la semana pasada en New Hampshire (EEUU) y trasladada a una cárcel de Brooklyn (Nueva York), acusada de cuatro delitos relacionados con su "papel" en la presunta trama de abusos sexuales a menores en torno al magnate, hace unos 25 años, y dos cargos de falso testimonio a la Justicia, más recientes.
"La pandemia del COVID-19 representa un riesgo sanitario sin precedentes para la población carcelaria, y las restricciones (...) sobre las comunicaciones de los abogados con los detenidos antes del juicio reducen la habilidad de la acusada para preparar su defensa. Dicho de manera simple, bajo estas circunstancias, si la señora Maxwell sigue detenida, su salud está en serio riesgo y no podrá recibir un juicio justo", escribió su abogado.
En el documento, la defensa de la británica asegura que esta no ha estado "escondiéndose" de las autoridades desde el arresto del magnate hace un año, sino que "abandonó la mirada pública" para protegerse del "golpe" mediático y la atención de Internet y también evitar "perjuicios" a sus allegados.
Maxwell, que fue detenida en una lujosa mansión comprada el año anterior por una empresa anónima, vive en EEUU desde 1991, tiene lazos con el país y "no tuvo contacto con Epstein durante más de una década ni había sido nunca imputada con un crimen (...) y siempre ha negado alegaciones de la supuesta mala conducta", agregaron los abogados.
La defensa adelantó que va a combatir la acusación de la Fiscalía argumentando que su clienta debería quedar "excluida" de cualquier imputación según un acuerdo que hizo Epstein con el Departamento de Justicia en 2007 y que "cubre cualquier potencial co-conspirador" o colaborador.
Asimismo, pidió al juez que considere las condiciones de su fianza, respaldada por seis personas y una propiedad de casi cuatro millones de dólares en el Reino Unido, por ser similares a las que se solicitaron en otros casos de alto perfil, entre los que cita el de un miembro de la familia mafiosa de los Genovese y el del exfinanciero Bernie Madoff.
Maxwell tiene prevista una audiencia remota desde prisión el próximo martes para recibir la formulación formal de cargos y en la que el juez decidirá sobre su fianza.