Recta final del juicio
Gisèle Pelicot se encara con sus violadores en su última declaración: "Es el juicio de la cobardía"
"Siento rabia hacia estos hombres porque en ningún momento pararon, en ningún momento denunciaron. Vinieron a satisfacer sus pulsiones sexuales", ha denunciado girándose hacia ellos y señalándoles con el dedo.
Gisèle Pelicot se ha encarado este martes con los 51 acusados de haberla violado durante años, incluido su exmarido, que la drogaba para poder abusar de ella en estado de inconsciencia. Además, ha expresado que la cicatriz que le han causado "no se cerrará nunca". "Este el juicio de la cobardía", ha lanzado en su última comparecencia en un largo juicio que enfrenta su recta final.
En su última declaración en este proceso ante el Tribunal de lo Penal de Aviñón, Pelicot ha preguntado a los que se sentaban en el banquillo a modo de reproche en qué momento le habían pedido permiso cuando la violaban. "Siento rabia hacia estos hombres porque en ningún momento pararon, en ningún momento denunciaron. Vinieron a satisfacer sus pulsiones sexuales. Podían parar en todo momento y ni uno solo denunció. Eso llama la atención", ha denunciado girándose hacia ellos y señalándoles con el dedo.
"La cicatriz no se cerrará nunca", ha dicho Pelicot, quien calculó que durante los casi diez años que se prolongaron los abusos organizados por su marido, Dominique, sufrió unas 200 violaciones. "He perdido diez años de mi vida que nunca recuperaré", ha subrayado la víctima, que ha recordado que ahora tiene 72.
La víctima ha denunciado que desde que empezó el procedimiento judicial ha escuchado "cosas inaceptables", y que cuando tomó conciencia de la situación renunció a que el juicio se hizo a puerta cerrada, como era su derecho, aunque "sabía a lo que me exponía". Gisèle Pelicot ha indicado en repetidas ocasiones que decidió que las audiencias fueran públicas para que "la vergüenza cambiara de bando" y ha insistido en que espera que "la sociedad, machista, abra los ojos y cambie su mirada sobre la violación".
Sobre el comportamiento de su marido, pareció que tenía una gran frustración sexual, pero como sabía que ella no iba a aceptar participar en clubes de intercambios de pareja, optó por drogarla "para hacer con ella lo que quería".
Las violaciones que sufrió
Los hechos que se juzgan ocurrieron en la casa a la que los Pelicot se habían mudado al jubilarse en la localidad de Mazan, cerca de Aviñón. Su marido entraba en contacto con otros hombres en una plataforma en línea dedicada a los encuentros sexuales y los invitaba a su domicilio una vez que había administrado a su mujer grandes dosis de ansiolíticos que la postraban en un estado de inconsciencia, lo que les permitía abusar de ella sin que guardara ningún recuerdo.
Dominique Pelicot grababa y tomó fotografías de esas violaciones, documentos que se han convertido en los principales elementos de prueba de la acusación. El presidente del tribunal decidió hacer esta mañana una breve pausa después de la que fue una de las intervenciones en la audiencia más duras desde el punto de vista emocional para Gisèle Pelicot, en particular por las preguntas que le hicieron abogados de la defensa.
Sobre todo las de Nadia El Bouroumi, que es la letrada de dos de los encausados y que reprochó a la víctima que está siendo relativamente indulgente con su exmarido y no con otros de los que se sientan en el banquillo. El juicio está en su recta final. Tras la última declaración hoy de Gisèle y Dominique Pelicot está previsto que mañana miércoles comiencen los alegatos de los abogados de la acusación particular y la semana próxima será la Fiscalía la que solicita las penas para los acusados antes de la intervención de los abogados de éstos.
Béatrice Zavarro, la abogada de Dominique Pelicot, anticipó que en la última intervención de su cliente se puede esperar que aborde "las razones por las que pasó al acto" de las que ya se han desgranado "algunas pequeñas pistas" en los dos meses y medio que han pasado desde que comenzó el juicio. "No se puede salir de esta audiencia con la frustración de no saber las razones por las que Dominique Pelicot actuó así", subrayó Zavarro, que el lunes había manifestado su esperanza de que aclarare por qué tenía también en sus archivos fotos de sus nueras y de su hija Caroline, quien sospecha que su padre la pudo drogar para abusar de ella, como hizo con su madre.