TRAS LA SENTENCIA DEL TRIBUNAL SUPREMO VENEZOLANO
El Gobierno de España anuncia que no tiene intención de entregar a Leopoldo López
El Tribunal Supremo de venezuela ha dictado la orden de detención al opositor venezolano, que se refugia del Gobierno del país en la embajada española.
El Gobierno español ha subrayado que no tiene intención de entregar al dirigente opositor Leopoldo López tras la orden de busca y captura dictada por el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela y ha dicho confiar en que las autoridades venezolanas respeten la inviolabilidad de la residencia del embajador español.
Desde el Ejecutivo presidido en funciones por Pedro Sánchez se ha recalcado que la decisión judicial de ordenar la busca y captura del dirigente opositor venezolano era un "movimiento esperado" y ha recalcado que España "no tiene intención de entregarlo".
En concreto, el Tribunal Quinto de Ejecución de Primera Instancia de la Circunscripción Judicial Penal del Area Metropolitana de Caracas revocó la medida de detención domiciliaria al ciudadano Leopoldo López por violarla flagrantemente, además de violar la medida referida a la condición relativa a pronunciamientos políticos por medios convencionales y no convencionales, nacionales e internacionales, demostrando con ello la no sujeción a las medidas.
El Gobierno español ha trasladado su deseo de que se pueda encontrar "una solución a la mayor brevedad posible" dejando constancia de que "en ningún caso contempla la entrega" de Leopoldo López a las autoridades venezolanas ni su desalojo de la residencia del Embajador.
Asimismo, ha recordado que mantienen los cauces de comunicación abiertos a todas las partes, un marco en el que ha encuadrado el encuentro de Jorge Arreaza y el embajador español en Caracas, y ha reiterado su voluntad de contribuir de forma constructiva a una solución "democrática y pacífica" de la crisis venezolana, apoyando también los esfuerzos del Grupo Internacional de Contacto.
El Ministerio de Asuntos Exteriores español ha reiterado que Leopoldo López no ha solicitado asilo al Gobierno español y se encuentra, junto a su esposa Lilian Tintori y a su hija menor, Federica, en la residencia del embajador español en calidad de "huéspedes".
España ha concedido la nacionalidad a los padres de López y a otros familiares suyos y acoge a otros líderes opositores, como el exalcalde caraqueño Antonio Ledezma, que se fugó de Venezuela, y el activista Lorent Saleh, que fue liberado.
Leopoldo López, quien fueliberado el pasado 30 de abril por militares rebeldes, se encuentra ahora junto a su familia, su mujer Lilian Tintori y su hija, refugiado en la residencia del embajador español en Caracas "por voluntad propia".
En este sentido, el Ejecutivo español confía en que las autoridades venezolanas respeten la inviolabilidad de la residencia de este representante diplomático del Gobierno de España en Venezuela. López es el líder del partido opositor Voluntad Popular y estuvo durante la jornada del martes junto al "presidente encargado" de Venezuela, Juan Guaidó, y varios militares sublevados en lo que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro denuncia como un intento de golpe de Estado.
Tras constatares tras varias horas que la asonada no iba a resultar en un cambio de Gobierno, López se refugió en la Embajada de Chile y posteriormente se trasladó a la de España. España ha concedido la nacionalidad a los padres de López y a otros familiares suyos y acoge a otros líderes opositores, como el exalcalde caraqueño Antonio Ledezma, que se fugó de Venezuela, y el activista Lorent Saleh, que fue liberado.
La residencia del embajador Jesús Silva Fernández es considerada como territorio de la delegación diplomática española, junto a la Embajada, que se encuentra en otro edificio, y el Consulado en Caracas, y por lo tanto la inviolabilidad de la misma está amparada por la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de los Estados.
Se consideran por tanto órganos de la Administración un Estado en el territorio de otro Estado que ejercen funciones de representación, negociación, protección de intereses y fomento de buenas relaciones y son, a la vez, una manifestación de las relaciones diplomáticas de los Estados.
En su artículo 22.3 la Convención de Viena recoge que ni los locales de la misión, ni el contenido que se encuentra en su interior ni los medios de transporte, podrán ser objeto de "ningún registro, requisa, embargo o medida de ejecución".