INCLUSO LOS MÁS PEQUES

Con la guardia de la reina de Inglaterra no se juega

La guardia real británica es famosa por su seriedad en su lugar de trabajo, pero a veces es noticia por su mal carácter. Estos son algunos consejos para tratar con ellos: Consejo nº1: nunca te interpongas entre un guardia real británico y su camino. Nunca. Porque no le tiembla el pulso. Si uno solo ya es peligroso. Una riada de ellos supone acabar arrollado.

Normalmente los guardias de la Casa Real británica intentan advertir sus modos, los más suaves y diplomáticos. Aunque muchas veces hay que entenderlos, por las situaciones que tienen que aguantar.

Nos creemos muy graciosos y los guardias solo hacen su trabajo, por ello es digno de admirar que no se acaben riendo viendo algunos espectáculos

Pero la Guardia Real es implacable y algunos se llevan un escarmiento. Aunque a veces tienen su corazoncito, sólo si eres familia.

No se cortan ni con los más peques. Quedan advertidos. Si se encuentran con alguno de ellos, mantengan las distancias. Los tiempos en los que se quedaban quietos y nada más, pasaron. Ahora como poco, te ignorarán...pero con mucho estilo.

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