Al menos un muerto y 22 heridos en un nuevo ataque ruso contra Odesa

Los trabajadores de la energía de la región ucraniana de Jersón han recibido 37 transformadores eléctricos y cinco kilómetros de alambre de acero y aluminio con un peso de 36 toneladas por parte de socios internacionales.

"La ayuda proporcionada acelerará el restablecimiento del suministro eléctrico después de que los rusos hicieran estallar la presa de Kajovka", ha explicado el gobierno de esta región en su cuenta de Telegram.

Esta ayuda ha sido entregada por Suecia, Finlandia y los Países Bajos bajo la coordinación del Ministerio de Energía de Ucrania.

El alto representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, Josep Borrell, ha acusado a Rusia de bombardear esta pasada noche la gran catedral ortodoxa de Odesa en lo que ha condenado como un "nuevo crimen de guerra"

Los ataques de la pasada noche han causado graves daños en la catedral de Spaso-Preobrazhenskyi, también conocida como la catedral de la Transfiguración, consagrada en 1809.

La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ya condenó el sábado últimos ataques rusos contra el centro histórico de la ciudad ucraniana, donde se encuentran varios museos con el estatus de patrimonio mundial. (EP)

Esta es la quinta noche consecutiva de ataques a Odesa. Unos bombardeos que han provocado que se vea dañado el centro de la ciudad, considerado Patrimonio de la Humanidad.

Alberto Sicilia, enviado especial de laSexta en Ucrania, asegura que ha sido un ataque simultáneo por tierra, mar y aire.

El Ministerio de Defensa británico ha detectado en los últimos días un incremento de la actividad militar rusa a lo largo del norte del frente de combate en el este de Ucrania, en particular en las regiones de Lugansk y Járkov.

La última evaluación de la Inteligencia militar británica apunta a un "incremento de los asaltos de unidades reducidas" en estas zonas donde, "si bien solo ha conseguido avances marginales", su actividad demuestra la importancia que representa el frente norte para el Kremlin.

El Ministerio incide en que, ahora mismo, Rusia intenta avanzar por el río Oskol, próximo a localidades como Izium o Borova, para crear una "zona de seguridad" en torno a la región de Lugansk, parcialmente ocupada por fuerzas rusas, en una operación que el Kremlin "casi con toda probabilidad" considera como "uno de sus objetivos fundamentales en esta guerra".

La periodista Olga Tokariuk ha compartido en su cuenta de Twitter algunas imágenes que evidencian los daños que ha sufrido la Casa de los Científicos de Odesa. "El ataque con misiles rusos en dañó 25 monumentos arquitectónicos en el centro de la ciudad, protegidos por la UNESCO", ha explicado.

La Casa de los Científicos, construida en 1826, era un sitio en el que se celebraban muchas conferencias y exposiciones.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha indicado que, Ucrania ha reconquistado la mitad del territorio que Rusia se apoderó inicialmente en su invasión. "Ya se recuperó alrededor del 50% de lo que se incautó inicialmente", ha asegurado en una entrevista con CNN.

Las fuerzas rusas han atacado con bombas de racimo la ciudad de Chasiv Yar en la región de Donetsk, en el este de Ucrania, y han destruido un centro de ayuda humanitaria y médica, según ha informado el jefe de la administración militar regional, Pavlo Kirilenko.

En un mensaje en Telegram ha precisado que los rusos "destruyeron el Palacio de la Cultura en Chasiv Yar que se utilizaba como centro humanitario de la ciudad y lugar para brindar ayuda médica". "Los ocupantes abrieron fuego contra la ciudad al amanecer con munición de racimo. Se declaró un incendio", ha añadido, indicando que "afortunadamente no hubo víctimas".

El presidente de Bielorrusia ha advertido de que los combatientes del grupo Wagner exiliados en su país "quieren irse de excursión" a Varsovia y a Rzeszow, pero que él está impidiéndoselo. "Puede que no deba decirlo, pero lo voy a hacer. Los 'wagneritas' están empezando a presionarnos: 'Queremos ir hacia el oeste. Dejadnos hacerlo'. Les pregunto que por qué quieren ir hacia el oeste. 'Bueno, queremos ir de excursión a Varsovia, a Rzeszow'", ha declarado durante su encuentro con Putin.

Al parecer, los mercenarios de Wagner estarían descontentos por la ayuda militar prestada por Polonia a las Fuerzas Armadas ucranianas.

Putin ha estimado en más de 26.000 las bajas del Ejército ucraniano desde el comienzo de la contraofensiva el pasado 4 de junio. El líder ruso ha precisado que "son más" cuando su colega bielorruso, Alexandr Lukashenko ha asegurado que, según fuentes estadounidenses, Kyiv había perdido ese número de soldados en el último mes y medio.

Durante su reunión en el Palacio de Constantino de San Petersburgo, ambos han destacado que solo en las últimas 24 horas el Ejército ruso había destruido una cifra récord de 15 tanques Leopard y 20 blindados Bradley. "Nunca habíamos destruido tantos (equipos) extranjeros en un solo día", ha indicado Putin.

Putin ha recibido al líder bielorruso Alexander Lukashenko, su aliado cercano, para las conversaciones en San Petersburgo. Durante esta visita, el presidente ruso ha asegurado que la contraofensiva ucraniana "ha fracasado".

Ucrania comenzó su tan esperada contraofensiva el mes pasado, pero hasta ahora solo ha logrado pequeños avances contra las bien atrincheradas fuerzas rusas que controlan más de una sexta parte de su territorio después de casi 17 meses de guerra.

El general estadounidense Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto, dijo el martes que la campaña ucraniana estaba "lejos de ser un fracaso", pero que sería larga, dura y sangrienta.

El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha indicado que el ataque que Rusia lanzó esta noche contra la ciudad ucraniana de Odesa es "otro crimen de guerra" del Kremlin.

"El continuo terror ruso con misiles a Odesa, protegida por la UNESCO, constituye otro crimen de guerra por parte del Kremlin, demoliendo también la catedral ortodoxa, un patrimonio mundial", ha indicado. Además, ha recordado que Rusia ya ha dañado cientos de lugares culturales "intentando destruir Ucrania".

El Ministerio de Defensa de Rusia asegura que el ataque perpetrado esta madrugada contra Odesa estaba dirigido contra drones acuáticos y mercenarios extranjeros. "Todos los objetivos previstos han sido destruidos", ha informado el general Ígor Konashénkov, portavoz de Defensa, en su parte diario.

Además, ha indicado que entre dichos objetivos se encontraban las instalaciones donde las tropas ucranianas preparaban "actos terroristas contra la Federación Rusa con el empleo de lanchas no tripuladas". "En dichos objetivos alcanzados se encontraban mercenarios extranjeros", ha asegurado.

La OTAN y Ucrania se reunirán el próximo miércoles para discutir sobre el transporte de cereal ucraniano desde el mar Negro, después de que Rusia abandonase unilateralmente el pasado lunes el pacto que permitía a Kiev exportar el grano al resto del mundo.

El encuentro se celebrará en la sede de la OTAN en Bruselas a nivel de embajadores. Stoltenberg ha vuelto a condenar "el intento de Moscú de convertir los alimentos en un arma" y ha mostrado el compromiso de la OTAN con Ucrania "el tiempo que sea necesario".

El presidente de Ucrania ha condenado sin paliativosla última ola de ataques rusos contra la ciudad de Odesa. "Están lanzando misiles contra ciudades pacíficas, contra edificios residenciales, contra la catedral. No hay excusa para la maldad rusa", ha lamentado el presidente en su condena a lo que describió como un ataque terrorista".

Los ataques han causado graves dañosen la catedral de Spaso-Preobrazhenskyi, también conocida como la catedral de la Transfiguración, consagrada en 1809. El impacto de al menos un misil ha derrumbado el techo de una de las naves laterales y causado enormes daños en el atrio interior. Prácticamente toda la cubierta ha sufrido daños, aunque sus cúpulas se mantienen de momento casi intactas. "El icono de Madre de Dios de Kasperovskaya de Ucrania, patrona de Odesa, fue recuperado de debajo de los escombros", ha hecho saber no obstante la administración local en las redes sociales.

Al menos una persona ha fallecido y otras 19 han resultado heridas en un nuevo ataque aéreo ruso en la ciudad de Odesa (en el sur de Ucrania). De entre los heridos, 14 personas han tenido que ser hospitalizadas, incluidos tres niños.

El gobernador de Odesa, Oleg Kiper, ha indicado que ha habido "daños en infraestructuras civiles, seis edificios residenciales y una institución religiosa".

Kiper ha asegurado que las fuerzas de defensa aérea están trabajando en la zona y ha añadido que es probable que las cifras de heridos y fallecidos puedan aumentar en las próximas horas a medida que avancen las tareas de rescate y limpieza de escombros sobre el terreno.

El viernes, Putin previno a Varsovia contra supuestos planes de "ocupación" del oeste de Ucrania y de Bielorrusia que, según él, forman parte de las ambiciones históricas polacas, y se refirió a "los territorios occidentales de la Polonia actual" como a "un regalo de Stalin, algo que nuestros colegas de Varsovia han olvidado". Horas después, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, anunció que "el embajador de la Federación Rusa será convocado al Ministerio de Relaciones Exteriores" de Varsovia y, tras aludir a Stalin como "un criminal de guerra, culpable de la muerte de cientos de miles de polacos", añadió que "la verdad de la historia es innegable". Esta escalada verbal estuvo precedida por el despliegue, hace pocos días, de cerca de 1.000 tropas polacas en bases cercanas a la frontera con Bielorrusia, un movimiento que a su vez estuvo motivado por el asentamiento de un número, por ahora indeterminado, de mercenarios del grupo Wagner a unos 80 kilómetros de Minsk. La presencia de estos guerrilleros a menos de 300 kilómetros de suelo polaco y la incógnita sobre sus intenciones han avivado los temores de Polonia a una nueva campaña de provocaciones y guerra híbrida orquestada desde Bielorrusia similar a la vivida desde finales de 2021.

Las amenazas directas del presidente ruso, Vladímir Putin, a Polonia, la amenaza de los Wagner desde Bielorrusia y el enfrentamiento con Kiev provocado por la prohibición de importar productos ucranianos hasta fin de año, vuelven a enfrentar a Varsovia con las consecuencias de la guerra. El reciente cruce de amenazas, acusaciones y desmentidos entre Polonia, Rusia, Bielorrusia y Ucrania, ha vuelto a poner en evidencia que, además de en el campo de batalla, la guerra se libra en oficinas diplomáticas y despachos presidenciales.