Una de las zonas más afectadas
Hatay, escenario de la tragedia en Turquía: así derrumbaron los terremotos una ciudad entera
Situada en el sur del país, Hatay ha sido una de las zonas más afectadas por los seísmos registrados en Turquía que han provocado miles de muertos en este país y en Siria. Allí, los equipos de rescate trabajan sin descanso para salvar todas las vidas posibles.
Las ruinas y la desesperación inundan Hatay, una de las regiones turcas más afectadas por los grandes terremotos y sus sucesivas réplicas que han azotado el país y parte de Siria. Situada en el sur del país, en la costa del Mediterráneo, se ha convertido en las últimas horas en la imagen más representativa de la devastación que atraviesan ambos países. Allí, pocos son los edificios que han quedado en pie, y menos los que no han colapsado después, dejando un terrorífico rastro de escombros entre los que han quedado sepultados cientos de personas.
Albert Naya, corresponsal de laSexta en Turquía, ha contado en Al Rojo Vivo cómo está la situación ahora mismo: "Aquí hay más de 800 muertos, y el panorama es desolador. La calle principal está llena de escombros de edificios derruidos, y llama la atención ver que en muchos de estos edificios falta la ayuda" humanitaria dirigida las personas afectadas.
Personas que siguen a la espera de ser rescatadas en una carrera contra reloj por la propia vida. En las últimas horas, Los equipos de emergencia turcos han logrado salvar a una madre y su bebé de seis meses tras permancer cerca de 29 horas atrapados bajo los escombros de un edificio derrumbado en esta provincia. El rescate ha tenido lugar después de que cuatro personas -una madre y sus tres hijos- fueran halladas con vida entre los escombros de un edificio.
En las redes sociales encontramos también multitud de imágenes y vídeos que dan fe de las destrucción absoluta que vive la provincia de Hatay.
Los rescatistas esperan, como ha sucedido en estos dos casos, llegar a tiempo para salvar al resto de personas; al menos, a todas las que sean posibles. Sin embargo, las condiciones para hacerlo son de todo menos óptimas. A los grandes daños que han ocasionado los seísmos -además del colapso de edificios se han registrado enormes grietas en las pistas de aterrizaje del Aeropuerto de Hatay y en otras infraestructuras clave- se suman las severas condiciones climáticas están dificultando llevar ayuda a las regiones afectadas y realizar rescates.
Las temperaturas extremas, bajo cero en muchos puntos de la provincia y con nevadas incluso, no solo suponen un gran obstáculo para el trabajo de los servicios de emergencia, sino que sitúan en un punto más crítico aún a las víctimas atrapadas. De hecho, según datos oficiales, las temperaturas han caído cerca del punto de congelación durante la noche, lo que ha empeorado las condiciones de las personas atrapadas bajo los escombros o que quedaron sin hogar. Tal es la situación que las autoridades han indicado que, ahora mismo, solo los vehículos de rescate y ayuda pueden entrar o salir de Hatay.
No obstante, hay quienes todavía permanecen allí; familias enteras reunidas alrededor de fogatas y envueltas en mantas para mantenerse calientes ante la ausencia de techo para resguardarse o de sistemas de calefacción eficaces a razón de los cortes eléctricos. "Apenas logramos salir de la casa", apuntó Neset Guler, acurrucado alrededor del fuego con sus cuatro hijos: "Nuestra situación es un desastre. Tenemos hambre, tenemos sed. Es miserable".
Mientras, un porcentaje alto de la población que ha podido salvar su vida ha sido realojada a otras provincias o trasladadas a hospitales de campaña levantados en las últimas horas.
Una acción también con dificultades. "Cuando ocurre un desastre de estas características, los hospitales evidentemente están bastante saturados, y lo que está ocurriendo ahora con la ayuda humanitaria que llega por parte de otros países es que está siendo bastante difícil distribuirla por la zona. Porque el principal aeropuerto de la zona está totalmente colapsado. Por tanto, está siendo difícil a nivel sanitario", ha proseguido explicando a la Sexta el periodista Albert Naya.
En uno y otro punto, la preocupación por los que no han corrido la misma suerte sigue en alza. El entrenador del Hataysport, Volkan Demirel,ha lanzado un mensaje de socorro en sus redes sociales. No podía contener las lágrimas el legendario portero: "Quiero que enviéis todos los recursos que tengáis. Por favor, por favor, por el amor de Dios, la gente está muriendo aquí". Precisamente, entre los muchos afectados se encuentran decenas de deportistas turcos de disciplinas como el fútbol, el voleibol, el balonmano o la lucha libre que han quedado sepultados.