Inversor, escritor y tertuliano
"Hitler de Estados Unidos" o "idiota cínico": los comentarios de Vance sobre Trump antes de convertirse en su candidato a vicepresidente
Antes de que Trump se convirtiera en presidente, una parte del Partido Republicano se lo puso muy complicado, entre ellos estaba Vance quien incluso se planteó votar a Hillary Clinton. Ahora, el magnate lo ha elegido como candidato a vicepresidente.
El senador por Ohio J.D. Vance, elegido este lunes como "número dos" del exmandatario republicano estadounidense Donald Trump en su campaña hacia la Casa Blanca, dijo estar abrumado e hizo un llamamiento a la ciudadanía: "¡Adelante hacia la victoria!". "Simplemente abrumado de gratitud. Qué honor ir junto a Donald J. Trump. Él ofreció paz y prosperidad una vez y con vuestra ayuda lo volverá a hacer. ¡Adelante hacia la victoria!", dijo en X en su primer mensaje público tras haber sido designado.
Nacido en Middletown, Ohio, hace 39 años, fue escogido este lunes por Trump como su candidato a la vicepresidencia en caso de llegar al poder tras las elecciones del 5 de noviembre y el Partido Republicano le dio posteriormente su apoyo unánime. El anuncio tuvo lugar en la convención republicana, que se celebra desde este lunes y hasta el jueves en Milwaukee, en el estado clave de Wisconsin, con el objetivo de formalizar ambas candidaturas y de ratificar la llamada plataforma, su ideario electoral.
Ahora, Vance pertenece al ala trumpista en la Cámara alta, sin embargo, no siempre fue así. De hecho, participó en la campaña de los conservadores moderados 'Never Trump' ('Nunca Trump') en 2016 que trataba de evitar que Trump se convirtiera en el candidato republicano a la presidencia. Cuestión que en un primer momento no lograron, aunque no cesaron en su esfuerzo de frenar la carrera del magnate a la Casa Blanca.
Años más tarde, cuando arrancó el camino de Vance hacia el Senado decidió posicionarse del lado del magnate. Eso sí, tuvo que disculparse con Trump por las críticas que había hecho sobre el mandatario entre las que se encontraban calificativos como "el Hitler de Estados Unidos" o "un imbécil cínico". Una de ellos consiste en un mensaje intercambiado a través de redes sociales y cuyo receptor no dudó en sacar a la luz cuando Vance se unió a Trump. En concreto, fue el senador por Georgia, Josh McLaurin.
En el mensaje hablaban con McLaurin sobre el desafecto que sufría el Partido Republicano por parte del electorado que hizo colocar como favorito el discurso del magnate. Cuestión que achacaba a que la formación se había convertido en "el partido de los blancos con menores ingresos y menor educación", algo que a sus ojos debía corregirse ofreciéndoles "algo a esas personas".
Trump lo hizo como "fruto del abandono colectivo del partido", aseguraba Vance en el mensaje, al mismo tiempo que aseguraba dudar "entre pensar que Trump es un idiota cínico (...) o que es el Hitler de Estados Unidos". Incluso, aseguró que Trump estaba llevaba a los estadounidenses blancos a "un lugar muy oscuro".
Su visión económica también la dejó patente en su libro 'Hillbilly Elegy', una obra en la que combina sus memorias con el ensayo sobre la pobreza en la sociedad blanca de EEUU como buen conocedor del asunto. Y es que Vance fue criado por sus abuelos maternos ante las adicciones de su madre y la falta de su padre en el cinturón manufacturero de EEUU. La publicación se convirtió en un besteller por lo que llevó a Vance a ganar gran popularidad llevándolo a participar en tertulias televisivas.
Durante estas intervenciones también dejó relevantes críticas contra Trump con intenciones, incluso, de "taparse la nariz y votar por Hillary Clinton", candidata del Partido Demócrata en el campaña electoral de 2016. En esa línea, explicó no haber votado "por Trump" porque no podía "soportarlo" al considerar que "es nocivo", además de "realmente escandaloso y ofensivo".
Sin embargo, es su doctrina económica enfocada en el hombre blanco trabajador estadounidense lo que habría llevado a los republicanos a apoyar su candidatura para la vicepresidencia de EEUU en las próximas elecciones de noviembre. Así, algunas voces señalan que el objetivo es acoger a este tipo de electorado, así como a uno más joven que no menos conservador.
Prueba de ello es la actitud que adoptó en su libro que más tarde Netflix adaptó en película. En el ensayo definía a sus propios amigos y familiares como derrochadores crónicos, dependientes de las prestaciones sociales e incapaces de salir adelante por sí mismos. Este perfil financiero como inversor de capital de riesgo de formación, sin embargo, no le ha ayudado a que sus proyectos de ley en el Senado hayan salido adelante. Según recoge la BBC, su objetivo es más el de mandar mensajes que el de cambiar políticas.
Al igual que su líder, Donald Trump, también muestra desafección por los inmigrantes. Una de sus propuestas contemplaba la retirada de fondos federales para las universidades que ofrecían trabajo a inmigrantes indocumentados. Un ideario que confluye con cierta agresividad también en términos de política exterior, pues también propuso quitar financiación a aquellos campus en los que se instalaron campamentos propalestinos.
Ambas facetas se entienden si se observa la formación de Vance, ya que antes de estudiar Ciencias Políticas y Filosofía en la Universidad en Ohio, así como Derecho en Yale, Vance también fue miembro de la Marina, llegando incluso a viajar de misión en Irak. Otro punto que define su política es su reconocimiento como católico lo cual le lleva a mostrarse contrario al derecho al aborto, aunque coincide con Trump en que la decisión quede a discreción de los distintos Estados.
A pesar de las diferencias pasadas que ahora Vance justifica en haber sucumbido a las "mentiras de los medios de comunicación", uno y otro aparecieron juntos a última hora de la jornada inaugural, en la tribuna de honor. Para Trump fue su primera aparición pública desde el atentado del sábado en Butler (Pensilvania), cuando un hombre disparó contra él y le hirió en la oreja.
Una persona murió y dos resultaron heridas, pero el magnate neoyorquino dejó claro ese mismo día que lo sucedido no iba a modificar la agenda del encuentro y apareció en el mismo con el gesto serio, la oreja vendada y visiblemente emocionado ante la ovación con la que los republicanos le recibieron en el foro.