Envenenamientos en Irán
Irán asegura que los envenenamientos a niñas iraníes son casos de "contaminación psicológica"
Más de 1.000 alumnas han resultado intoxicadas en colegios e institutos, sufriendo dolores de cabeza, palpitaciones, nauseas, mareos e incluso la imposibilidad de mover las extremidades, todo tras percibir un olor de naranja podrida y productos de limpieza.
Irán sufrió este domingo nuevos casos de envenenamientos con gas en varios centros educativos femeninos en los que resultaron intoxicadas otra vez cientos de alumnas a lo largo del país persa.
Poco después de la medianoche, las alumnas de un dormitorio estudiantil de la ciudad de Urmia, en el noroeste iraní, fueron envenenadas "con un agente desconocido" y 29 de las 450 alumnas fueron hospitalizadas, informó el diario Shargh.
En la ciudad de Neyshabur, en el noreste, 50 estudiantes de un instituto mostraron esta mañana síntomas de envenenamiento, de las que 10 fueron trasladadas a un centro médico, informó uno de los responsables de la cercana Universidad de Ciencias Médicas de Mashad, Javad Hosseini. En la vecina urbe de Mashad, la capital espiritual de Irán, un número indeterminado de alumnas también sufrieron envenenamiento en otro instituto, dijo Hosseini, según la agencia de noticias Tasnim.
"Las estudiantes sufren problemas psicológicos y no tienen malestares físicos", dijo Hosseini, quien indicó que es necesaria una investigación clínica para determinar si fueron envenenadas. En Kashan, situada en el centro del país, el envenenamiento en un colegio de niñas provocó protestas de padres frente a las oficinas del departamento de educación local, indicó Shargh.
El colectivo de activistas 1500tasvir elevó los casos de envenenamientos de este domingo a docenas de ciudades y compartió vídeos en redes que mostraron el caos en centros educativos, alumnas en ambulancias y niñas quejándose de dificultades para respirar.
La oleada de envenenamientos con un supuesto gas en instituciones educativas femeninas comenzó en noviembre en la ciudad santa del chiísmo de Qom y se han multiplicado en los últimos días.
Hasta ahora más de 1.000 alumnas han sido intoxicadas en docenas de colegios e institutos y han sufrido dolores de cabeza, palpitaciones, nauseas, mareos y en ocasiones la imposibilidad de mover las extremidades tras percibir un olor de naranja podrida y productos de limpieza.
El Gobierno de Irán afirmó este domingo que los envenenamientos son una operación "de contaminación psicológica" que tiene como objetivo revivir las protestas desatadas por la muerte en septiembre de Mahsa Amini.
El Ministerio del Interior indicó en un comunicado que han hallado "muestras sospechosas" en algunos centros educativos femeninos, que están siendo analizadas en "prestigiosos laboratorios" para identificar la causa de los envenenamientos.
Según los datos de la cartera se han producido ataques con gas en 52 colegios, un número indeterminado de alumnas resultaron intoxicadas y 28 estudiantes han sido hospitalizadas, unas cifras muy lejos de las que proporcionan medios iraníes y grupos de activistas.
Los ataques están alimentando el descontento popular, en especial entre los padres, ante la ineficacia de las autoridades a la hora de parar unos ataques que parecen destinados a paralizar la educación de las estudiantes.
En Irán no se ha puesto en duda la educación femenina en los 43 años de existencia de la República Islámica y algunos padres vinculan los envenenamientos con las protestas con marcado tono feminista de los últimos meses.
Las alumnas de colegios e institutos participaron en esas protestas, se quitaron los velos, gritaron "mujer, vida, libertad" e hicieron cortes de manga a retratos del líder supremo de Irán, Ali Jameneí, y el ayatolá Ruholá Jomeiní.