Bombardeo en Cisjordania

Israel aumenta la presión en Gaza en una estrategia que la ONU considera "un crimen de guerra"

El paso de Rafah vuelve a abrir este domingo para permitir el paso de 17 camiones de ayuda humanitaria a Gaza. Mientras tanto, Israel prepara la incursión terrestre. Se lanzan pasquines desde el aire que piden a los gazatíes su desplazamiento hacia el sur.

En breve

Israel continúa eliminando altos cargos de Hamás. Daniel Hagari, portavoz militar del ejército israelí, ha informado de que la noche del sábado "decenas de terroristas murieron en la ciudad de Gaza y sus alrededores". Asimismo ha asegurado que el subcomandante del sistema de lanzamiento de cohetes de Hamás "ha sido eliminado".

Mientras tanto, los civiles palestinos asesinados en esos mismos ataques ya se cuentan por miles. Los tanques israelíes no se mueven de la frontera, a la espera de recibir la orden de avanzar mientras sus soldados realizan maniobras con fuego real. A través de panfletos lanzados desde sus aviones, Israel recomienda a los civiles que aún permanecen en el norte que escapen. Aseguran que arrasarán con todo. La ONU considera esta estrategia como un crimen de guerra.

Aunque el foco está puesto en la Franja de Gaza, en la región palestina de Cisjordania, la tensión no para de aumentar. En las últimas horas un mercado ha sido reducido a escombros y la mezquita de Al-Ansar ha sido bombardeada, como puede observarse en el vídeo superior. Según el ejército israelí, el ataque se ha perpetrado ya que contaba con un complejo de la Yihad Islámica en su interior.

El ataque ha dejado cinco muertos, elevando así la cifra de fallecidos en el territorio hasta los 90 desde el asalto de Hamás el pasado 7 de octubre. La incursión dejó más de 1.400 israelíes asesinados. La Policía ya ha identificado al 74%. Por otra parte, la cifra de rehenes capturados el mismo día por parte de Hamás se eleva a 212, según Hagari.

La Agencia de la ONU para los Refugiados señala que preocupa la situaciónextrema en los hospitales, donde ya están operando sin anestesia. Asimismo, denuncian que la falta de electricidad complica el normal funcionamiento de las incubadoras. Advierten de que no podrán distribuir la ayuda humanitaria, que entra a cuentagotas, hasta que no se materialice un alto el fuego

laSexta/ Noticias/ Internacional