Para fomentar el turismo interior
Italia paga hasta 500 euros a sus ciudadanos para que se vayan de vacaciones
De esta ayuda, que busca incentivar el turismo nacional, pueden beneficiarse las familias con rentas inferiores a un cierto umbral, que pueden gastarlo en alojamientos dentro del país.
Italia pagará hasta 500 euros a sus ciudadanos para animarles a que se vayan de vacaciones. Esta bonificación, bautizada como "bonus vacanze" ("bono de vacaciones") puede solicitarse desde este miércoles, 1 de julio, y es una de las iniciativas previstas en el llamado "decreto de relanzamiento" del Gobierno de Giuseppe Conte.
Según detalla la Agenzia delle Entrate (la agencia tributaria italiana), esta prestación está dirigida a financiar estancias en hoteles, campings, pueblos turísticos, granjas y bed & breakfast dentro del país.
Se puede pedir y gastar desde este miércoles hasta el 31 de diciembre de 2020 y de él pueden beneficiarse los hogares por debajo de un cierto umbral de renta: aquellos con un ISEE (indicador de la situación económica de las familias) inferior a 40.000.
En cuanto a la cuantía del bono, depende de cuántas personas compongan la unidad familiar: para una sola persona, se dispone una ayuda de 150 euros; 300 en el caso de una pareja y 500 euros para familias de tres o más miembros.
¿Cómo funciona el bono? Se puede utilizar hasta un 80% del mismo en forma de descuento inmediato en el hotel, mientras que el 20% restante puede descargarse como una deducción de impuestos. Para los hoteleros que apliquen el descuento a sus huéspedes, se les reembolsará en forma de crédito fiscal, de acuerdo con la Agenzia.
Esta iniciativa busca fomentar el turismo entre los ciudadanos italianos dentro del propio territorio nacional, tras el impacto sufrido por el sector como consecuencia de la crisis del coronavirus.
Una medida especialmente relevante teniendo en cuenta que, a pesar de que la UE abre desde este miércoles sus fronteras a una lista de países considerados seguros, Italia impondrá también a estos viajeros una cuarentena obligatoria de dos semanas.
A los ciudadanos de dentro del espacio Schengen, en cambio, se les permite circular en el país libremente, tal y como decretó Italia el pasado 3 de junio cuando abrió sus fronteras en un intento por incentivar el turismo, uno de los sectores más golpeados por la pandemia.