EL ACTOR IBA A SER JUZGADO POR CONDUCIR EBRIO EN PARÍS
La justicia francesa echa de menos a Gerard Depardieu
El actor Gérard Depardieu ha evitado a la justicia francesa al no acudir a la audiencia en la que debía responder por haber provocado un pequeño accidente al conducir en estado ebrio en París el pasado mes de noviembre.
El abogado de Depardieu, Eric de Caumont, explicó a la prensa que al actor le fue imposible presentarse al Palacio de Justicia de París por estar preparando una película de "presupuesto importante" en los Balcanes.
De Caumont insistió en que su cliente no ha intentado "escapar de la justicia" y que sí que acudirá cuando sea juzgado, dentro de unos meses, en un procedimiento penal.
Al no haber estado presente en la audiencia que tenía hoy con un fiscal para negociar su declaración de culpabilidad, la consecuencia es que tendrá que sentarse en el banquillo por el delito de conducción en estado de ebriedad.
El 29 de noviembre pasado, la policía detuvo a Depardieu por provocar un pequeño accidente con su moto y constató que tenía 1,8 gramos de alcohol por litro de sangre, cuando el máximo permitido es 0,5 gramos.
En su juicio, el actor se enfrenta una pena máxima de dos años de prisión, la suspensión del permiso de conducir hasta tres años y 4.500 euros de multa. Depardieu había solicitado un segundo aplazamiento de la vista de hoy, petición que fue rechazada para "no dar un trato de favor" al actor, según le comentó la Fiscalía a su letrado.
De Caumont señaló que la justicia no tiene "ninguna animosidad ni intención de hacer de su caso un proceso ejemplar". Depardieu, que no se presentó esta mañana en el Palacio de Justicia de París, no tuvo problemas de agenda para asistir anoche a la ceremonia de entrega del Balón de Oro en Zúrich.
Durante el fin de semana, se había reunido en Rusia con el presidente del país, Vladimir Putin, quien le ha concedido un pasaporte ruso después de haber dicho que quería renunciar a la nacionalidad francesa en protesta por el nuevo impuesto que el Gobierno galo prepara para los muy ricos.
La última parte del fin de semana la pasó en la región de Mordavia, donde se dejó fotografiar con vestimentas tradicionales locales, y donde las autoridades le ofrecieron el puesto de ministro de Cultura. En el último mes y medio, ha estado en el centro de una intensa polémica desde se conoció que trasladaba su residencia fiscal a la localidad belga de Néchin, junto a la frontera francesa.
La actitud del Obélix de la saga cinematográfica de Astérix se entendió como un intento de escapar al fisco francés. Sin embargo, Depardieu, que llegó a mantener un enfrentamiento en la prensa con el Gobierno por calificar su maniobra de "lamentable", negó ayer en Zúrich que su intención fuera evadir impuestos.
"Tengo un pasaporte ruso, pero soy francés y sin duda tendré la doble nacionalidad belga", afirmó el actor, que aseguró que "si hubiera querido escapar del fisco, lo habría hecho hace mucho tiempo".
Su abogado señaló que "el pasaporte en cuestión no cambia nada ante la justicia francesa".