Fue secuestrada en 2016
La conmovedora historia de Sophie, la última rehén francesa en el mundo que ha sido liberada con 75 años
La mujer llevaba 15 años trabajando en un orfanato del norte de Malí cuando fue secuestrada en 2016 por un grupo yihadista. Ahora, cuatro años después, ha sido liberada. En este vídeo, el momento del emotivo reencuentro con su hijo.
Sophie Pétronin, la última rehén francesa en el mundo, ha sido liberada tras pasar cuatro años secuestrada. "Estoy muy bien. Perdí un poco de peso y cuatro dientes, pero iré al dentista", ha contado la mujer de 75 años tras ser liberada.
El vídeo muestra el emotivo momento del reencuentro entre Sophie Pétronin y su hijo, quien se ha abierto paso entre la multitud para fundirse en un abrazo con su madre.
Pétroni llevaba trabajando 15 años en un orfanato del norte de Malí cuando fue secuestrada en la Nochebuena de 2016 por un grupo yihadista. La mujer, que por entonces tenía 71 años, fue raptada para pedir a cambio la liberación de otros islamistas detenidos.
Sin embargo, en los cerca de cuatro años de cautiverio, Pétronin nunca tiró la toalla: "Me dije: 'No le des demasiada importancia a la muerte porque no sabes dónde, cuándo y cómo vendrá'", ha expresado.
Tal y como se puede ver en estas imágenes, también ha sido emotiva su llegada a Francia, donde se ha reencontrado con sus familiares y con el presidente Emmanuel Macron.
Su labor humanitaria se centró en la lucha contra la desnutrición
Mientras, en el orfanato al que Sophie dedicó su labor humanitaria celebran que vuelva a estar en libertad. "Ella ha impulsado la lucha contra la desnutrición aquí en la región, así que es realmente una alegría para nosotros", ha manifestado Mahamadou Issiaka, trabajador del orfanato.
Para el Gobierno de Malí, su liberación y la de otros tres rehenes ha costado la excarcelación de 200 prisioneros yihadistas. Sin embargo, quien más batalló por el fin del cautiverio fue su hijo, a quien Sophie, según ha contado, solo quiere "mirar" y pedir que le perdone. Pese a tener 75 años y haber pasado cuatro años secuestrada, la mujer espera poder volver cuanto antes a Malí para seguir trabajando por la erradicación del hambre.