TRUMP CONDENÓ TARDE EL RACISMO DE LOS SUPREMACISTAS

La tibieza de Trump tras los ataques racistas le cuesta ya tres consejeros, que han dimitido en señal de protesta

Abucheado y entre consignas como "no Trump, no KKK, no fascismo", Trump ha vuelto a su casa, su torre en la quinta avenida después de siete meses y el recibimiento de Nueva York no ha sido nada caluroso.

Gritos frente a la Torre Trump para mostrar la indignación por su tibia postura respecto a los grupos extremistas y su condena 48 horas después de la violencia en Charlottesville, forzado por la Casa Blanca y los republicanos.

"El racismo es malo, y los que causan violencia en su nombre son criminales y matones, incluyendo el KKK, neonazis, supremacistas blancos y otros grupos de odio que son repugnantes", expresó.

En Carolina del Norte se ha visto incluso cómo han tirado una estatua confederada. Lejos de calmar los ánimos, Trump ha vuelto a atacar a los medios como instigadores de sus problemas.

Por si esto fuera poco, en un país crispado por la reactivación de la violencia racial, el líder del movimiento nacionalista blanco Alt-Right, conocido por su discurso racista y neonazi, ha asegurado que volverá a Charlotteville, escenario de la marcha de ultraderecha que terminó con una mujer muerta y decenas de heridos.

La vaga posición de Trump con los extremistas le ha pasado factura entre su administración. Tres asesores económicos CEOS de grandes compañías han dimitido.

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