Liz Truss se aferra al cargo y se compromete a una subida de las pensiones conforme al IPC

La primera ministra británica, Liz Truss, ha asegurado que estaba comprometida a aumentar las pensiones estatales de acuerdo con el nivel de inflación, incluso cuando el Gobierno busca hacer profundos recortes de gastos.

"Hemos dejado claro en nuestro manifiesto que mantendremos el triple bloqueo, y estoy completamente comprometida con eso, al igual que el ministro de finanzas", ha indicado ante el Parlamento.

De esta forma, ha asegurado que va a subir las pensiones conforme al IPC, a pesar de que en este tiempo se ha disparado en el Reino Unido con un 10,1%. El bloqueo triple de pensiones es una promesa del Gobierno de aumentar las pensiones financiadas con fondos públicos según el nivel de ingresos, la inflación o el 2,5%, lo que sea más alto.

Por tanto, Truss ha reafirmado su compromiso con la "triple llave" de las pensiones, lo que en la práctica implica que las pensiones se revalorizarán el próximo año de acuerdo a la inflación.

Esta medida la ha anunciado tan solo un día despuéspedir perdónpor los "errores" en su programa que han hecho desaparecer la confianza de los inversores y desplomarse sus resultados en las encuestas, aunque asegura que no dejará el cargo.

Liz Truss asegura que no piensa dimitir

La primera ministra británica ha aprovechado la reunión en el Parlamento para volver a reiterar que no tiene pensado dejar su cargo pesar de que cada vez son más los conservadores que están pidiendo su dimisión.

Liz Truss, ha justificado ante los diputados los vaivenes económicos de su Gobierno y ha dejado claro que no tiene previsto dimitir. "Soy una luchadora, no alguien que abandona", ha subrayado en dos ocasiones.

Truss, bajo presión de la oposición pero también de parte de sus compañeros 'tories', ha defendido que, aunque ha cometido "errores", siempre ha actuado movida por "el interés nacional" y en aras de la "estabilidad económica", días después de apartar al anterior ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, y de prácticamente desmantelar la reforma fiscal que anunció en septiembre.

La primera ministra ha reconocido la dificultad del actual contexto económico, pero ha defendido que no pedirá perdón por intentar tomar medidas que contribuyan a apuntalar la economía de Reino Unido y ayuden a los hogares a reducir, por ejemplo, la factura energética.