Luig Mangione, un trasladado mediático entre tribunales y aviones para acusarle formalmente por asesinato como acto de terrorismo

Fue un maratón de comparecencias ante tribunales y viajes. Y todo retransmitido casi en directo, con un fuerte dispositivo judicial, con admiradores también e incluso, con el propio alcalde de Nueva York. Luigi Mangione ha sido acusado formalmente de asesinato en primer grado como acto de terrorismo. Podría enfrentarse a una pena de muerte.

Más tranquilo que la última vez y vestido con el mono naranja Luigi Mangione llegaba a los juzgados de Pensilvania. Así comenzaba todo un periplo judicial, con dos vistas ante el juez a las que esta vez sí ha respondido aunque con monosílabos. A su salida mirada desafiante y este gesto que ha repetido en varios momentos.

Su destino era un avión rumbo a la gran manzana, cambio de transporte y aterrizaje en Manhattan más de cuatro horas y media después y casi 450 kilómetros. Una llegada muy esperada, por decenas de medios y sus incansables seguidores.

Eso si, incómoda presencia para el alcalde de Nueva York, presente allí también: "Cualquiera que celebre eso es vil y está enviando un mensaje equivocado: está celebrando el uso de la violencia para resolver este problema". Y presente en el enorme dispositivo policial que ha acompañado a un Mangione inquieto, algo nervioso, a juzgar por sus repetidos gesto, hasta el furgón que le trasladaba a los juzgados de Manhattan.

Donde sí, también les esperaban sus inconfundibles admiradores. De nuevo ante el juez, donde a la acusación de asesinato en primer grado como acto de terrorismo sumaba cuatro cargos federales. Ya con el atardecer última parada-- a su último destino: la prisión federal de Broklyn.