Decimotercera movilización

Manifestantes ocupan la Bolsa de París en protesta por la reforma de las pensiones de Macron

Las protestas en Francia contra la reforma de las pensiones, ya aprobada y validada por el Consejo Constitucional, persisten. Este jueves, con bengalas y pancartas, varios cientos de manifestantes han asaltado el edificio del gestor de la Bolsa parisina.

Francia persiste en las protestas por la reforma de las pensiones. En la 13ª jornada de la huelga, cientos de manifestantes irrumpieron este jueves el 'hall' de entrada de las oficinas del operador bursátil Euronext NV en el distrito de negocios de La Defense, a las afueras de París.

Con bengalas y pancartas, varios cientos de manifestantes han asaltado al mediodía de este jueves el edificio del gestor de la Bolsa parisina. La decimotercera movilización se produce por la decisión del presidente francés, Emmanuel Macron, de aumentar la edad mínima de 62 a 64 años. Con la reforma de las pensiones ya aprobada y validada por el Consejo Constitucional, la próxima gran protesta está convocada para el próximo 1 de mayo.

Por otro lado, este mismo jueves hubo abucheos e incluso lanzamiento de huevos al presidente francés por segundo día consecutivo en sus desplazamientos fuera de París para promover la reconciliación y reconectar con la ciudadanía tras la crisis por la reforma de las pensiones. Tras el complicado paso por Alsacia (noreste) de este miércoles, Macron viajó este jueves al departamento de Hérault (sureste) con una agenda centrada en la educación y acompañado por el ministro de esa cartera, Pap Ndiaye.

Las medidas de seguridad se incrementaron para controlar el paso de manifestantes y la prefectura (delegación del Gobierno) de Hérault llegó incluso a prohibir "el uso de dispositivos sonoros portátiles" -sin añadir detalles precisos sobre la naturaleza de estos ítems- o que "emanen de vehículos no autorizados". Esa medida se impuso después de que los opositores a la reforma de las pensiones hayan estado convocando caceroladas para expresar su descontento.

Este jueves, la pequeña localidad de Ganges, donde fue recibido por autoridades locales y visitó un centro educativo, Macron aseguró que es normal que "el enfado se exprese" y que él no esperaba otra cosa, pero eso no le "impedirá" continuar viajando por Francia. El presidente dijo estar abierto a hablar con la gente, "pero si solo están dispuestos a tirar cosas o a hacer ruido no vale la pena".

laSexta/ Noticias/ Internacional

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