Tras la caída de Al Assad

El miedo de los cristianos en Siria: salen a las calles a exigir sus derechos tras la quema de un árbol de Navidad

El contexto Un árbol de Navidad ha sido incendiado en la plaza de una de las ciudades de mayoría cristiana, Hama. Horas después, cientos de personas protestaban portando cruces de madera en las calles de Damasco para exigir al líder islamista Al Golani que cumpla con su promesa de proteger a las minorías.

La quema de un árbol de Navidad ha tenido un profundo impacto en la comunidad cristiana de Siria, que se ha echado a las calles para protestar. No ha sido el único ataque contra símbolos del cristianismo allí. Viven con inquietud sus primeras pascuas bajo un gobierno islamista, tras la caída de Al Assad.

Esta es la imagen que ha puesto en alerta a los cristianos en Siria: un árbol de Navidad incendiado en la plaza de una de las ciudades de mayoría cristiana, Hama, en el centro del país. Horas después, cientos de personas protestaban portando cruces de madera en las calles de Damasco para exigir al líder islamista Al Golani que cumpla con su promesa de proteger a las minorías.

"Queremos nuestros derechos como cristianos". Una promesa que los cristianos, que rondan el 3% de la población, reciben con temor e incertidumbre. Las iglesias han decidido suspender todas las celebraciones públicas, como festivales y carnavales en las calles y plazas, y se limitarán a los rituales eclesiásticos.

También se han organizado grupos de civiles para el control a la entrada de las iglesias. La nueva autoridad siria trata por todos los medios de pasar página de su pasado radical. Los días 25 y 26 han sido declarados días festivos en todo el país para que los cristianos puedan celebrar la Navidad.

Miembros del gobierno interino afirmaban frente a la multitud que los autores de la quema del árbol ya han sido detenidos y que no eran sirios, sino extranjeros excombatientes de la milicia y que "van a ser castigados más de lo que os imagináis". Como muestra de confianza, el árbol era repuesto pocas horas después. Un alivio para los cristianos sirios que ya festejan la buena noticia.