HAN PARTICIPADO MÁS DE 1.000 BAILARINES Y ACRÓBATAS
Miles de personas salen a la calle en el primer desfile del Día de los Muertos en México
La muerte recorre las calles de la Ciudad de México con el primer desfile convocado con motivo del Día de Muertos, un evento que se llenó de la tradición del país y que además retomó elementos utilizados para algunas escenas de la última película protagonizada por el agente James Bond. Miles de personas se acercaron hasta el centro de la ciudad para ver el desfile, dividido en tres segmentos.
El recorrido abrió con el aroma del incienso y el sonido de la percusión con 'El viaje a Mictlán', parte que recogió las tradiciones prehispánicas en torno a la muerte con personajes como los xoloitzcuintles, perros guardianes que fueron representados con títeres de gomaespuma.
Los participantes pasearon cubiertos con grandes máscaras, creadas para asustar a los españoles, y dando fuertes latigazos contra el suelo, que fueron utilizados para que sus enemigos pensaran que eran disparos. La segunda parte del desfile, llamada 'La muerte niña', se situó en el México virreinal, después de la independencia del país. Allí se pudieron contemplar a mujeres que, con largos vestidos blancos y calaveras en la cintura, ejercieron como representaciones de los altares blancos de Huaquechula, típicos del central estado de Puebla.
Las siguieron jóvenes que simbolizaban los retratos que se hacían, a finales del siglo XIX y principios del XX, a los niños que fallecían. Acróbatas, malabares cariocas y disfraces de los elementos tradicionales de los altares de muertos dieron paso a "Pa'l panteón", última parte del desfile, más próximo a cómo se vive a día de hoy la festividad y con un tono alegre en el que hubo cabida para música contemporánea.
Destacaron las figuras más recurrentes durante estas festividades en México, las Catrinas, esqueletos femeninos nacidos de la imaginación de José Guadalupe Posadas, que pasearon bailando y llevando sus inseparables vestidos elegantes y sombrillas. Una veintena de bicicletas circularon transportando carteles con eufemismos mexicanos utilizados cuando muere alguien, como "ya se petateó", "anda de minero" o "chupó faros".