El conflicto entre Israel y Palestina llega a Líbano

Líbano está "preparada para responder" ante la ofensiva de Israel en una escalada casi sin precedentes en Oriente Medio

Israel ha bombardeado el sur de Líbano tras los presuntos ataques de Hamás desde dicho enclave. Un hecho que desde Líbano consideran una "amenaza directa". El país vecino advierte de que está preparado para responder ante "cualquier agresión", mientras Egipto y la ONU llaman a la calma.

Máxima tensión en Oriente Medio. Los ataques aéreos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en el sur de Líbano han desembocado en una escalada de tensión sin precedentes que ya ha derivado en el estado de 'máxima alerta' del ejército libanés. Israel ha bombardeado el sur del país la madrugada de este viernes tras acusar al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), que gobierna en la Franja de Gaza, de estar detrás del lanzamiento de más de una treintena cohetes desde esa zona el pasado jueves.

Israel afirma que ha atacado "infraestructura de la organización terrorista Hamás" y ha reiterado su negativa a que Hamás opere desde el Líbano e incluso han lanzado una advertencia al país vecino: "Consideramos al Estado de Líbano responsable de todos los lanzamientos desde su territorio", han destacado en un comunicado las FDI.

El ministro de Defensa de Líbano, Maurice Slim, ya ha advertido de que los bombardeos israelíes representan una "amenaza directa" y ha decidido mantener al Ejército en estado de alerta ante cualquier nueva eventualidad. En un comunicado en la página del Ministerio de Defensa, Slim asegura que el Ejército "está preparado para responder a cualquier agresión" antes de ofrecer la "máxima cooperación" de sus efectivos a la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en Líbano (la FINUL), para mantener la calma. "Tomaremos las medidas necesarias para restaurar la seguridad, proteger la estabilidad y la calma en el Sur", añade el comunicado.

Los ataques habrían alcanzado el campamento de refugiados palestinos de Rashidiya, en el sur del país, cerca de la ciudad de Tiro y a unos 20 kilómetros de la frontera con Israel, según informa el diario libanés 'L'Orient le Jour'. De momento, no se tiene constancia de víctimas, si bien hay confirmación de numerosos daños materiales.

La Fuerza Provisional de Naciones Unidas en Líbano (la FINUL) ha confirmado que se han escuchado explosiones cerca de Tiro y han hecho un llamamiento a Líbano e Israel a "detener inmediatamente todas las acciones que crucen la Línea Azul", ya que "las acciones del último día son peligrosas y podrían desembocar en una escalada del conflicto".

En respuesta, el ministro de Exteriores libanés, Abdulá Bou Habib, ha anunciado que ha dado orden a la representación del país ante Naciones Unidas que presente una queja formal ante el Consejo de Seguridad, el principal órgano ejecutivo de la institución internacional. "Esta queja viene dada como resultado del bombardeo deliberado y la agresión israelí de este amanecer en zonas del sur de Líbano, según un comunicado del Ministerio de Exteriores libanés. El Gobierno libanés entiende que los bombardeos israelíes representan "una violación flagrante tanto de la soberanía de Líbano y de la resolución 1801 del Consejo de Seguridad" al respecto, además de suponer una "amenaza para la estabilidad de la que ha disfrutado hasta el momento el sur del país".

La escalada de tensión suma ya más de 48 horas. Arrancó el pasado miércoles, con enfrentamientos entre la Policía y fieles musulmanes en la mezquita Al Aqsa de Jerusalén y continuó con importantes intercambios de fuego con milicias palestinas en la Franja de Gaza y en el sur de Líbano. Desde el miércoles, más de 60 proyectiles han sido lanzados hacia territorio israelí desde Gaza y más de una treintena desde el Líbano, mientras que Israel ha bombardeado objetivos del movimiento islamista palestino Hamás tanto en la Franja como en territorio libanés.

Todo esto se produce en el tercer viernes de Ramadán -que coincide con Pésaj (Pascua judía) y con Viernes Santo- un día particularmente tenso en Jerusalén, cuando cientos de miles de musulmanes acuden a rezar a la mezquita de Al Aqsa, donde la mañana del viernes hubo incidentes menores con la policía. Estos disturbios dejaron un saldo de más de 30 palestinos heridos y unos 350 detenidos, y desencadenaron el lanzamiento -desde Gaza- de los primeros cohetes del actual intercambio de fuego.

Continúan los bombardeos en la Franja de Gaza

La respuesta de Israel a los bombardeos de Hamás desde el sur de Líbano también se ha sentido en Gaza. La organización islamista ha denunciado que, a pesar de que no ha habido heridos, el Hospital Infantil Al Durra ha sufrido daños producto de los bombardeos israelíes. "El bombardeo provocó un estado de confusión y miedo entre el personal médico, los niños enfermos y sus acompañantes", han asegurado desde el Ministerio en un comunicado.

Por otra parte, señaló que este ataque "es una clara violación del derecho internacional humanitario y de la Convención de Ginebra, que estipula la protección de las instituciones de salud y las protege de ataques militares". Además de este hospital, varios edificios más sufrieron graves daños en la Franja, donde las calles amanecieron prácticamente vacías por temor a más ataques y muchos optaron por realizar las plegarias de el tercer viernes del mes sagrado musulmán de Ramadán en sus hogares.

Según el Ejército israelí, sus tropas atacaron esta madrugada "objetivos militares" de Hamás, entre los cuales listaron sitios de fabricación de armas y túneles.

Hasta el momento, dos israelíes han resultado heridos por el impacto de metralla producto de cohetes lanzados desde Líbano, mientras que los disparos desde Gaza solo causaron daños materiales en una vivienda en la ciudad israelí de Sderot. En paralelo, la violencia se ha extendido a Cisjordania, donde dos mujeres israelíes de unos 20 años murieron y una tercera resultó herida durante un presunto ataque con disparos por parte de palestinos que se dieron a la fuga.

La ONU, Egipto y Rusia llaman a la calma

La misión de paz de la ONU en el Líbano (FINUL) aseguró hoy que tanto la nación de los cedros como Israel les han comunicado que "no quieren una guerra", después de que las fuerzas israelíes atacasen de madrugada el país vecino en respuesta al previo lanzamiento de cohetes. "Ambas partes han dicho que no quieren una guerra. Las acciones (llevadas a cabo) a lo largo del último día son peligrosas y suponen un riesgo de escalada seria", alertaron los Cascos Azules en un comunicado, al tiempo que instaron a los dos países a parar "todos" los ataques de forma inmediata.

El Ministerio de Exteriores de Rusia también ha expresado su preocupación con la reciente escalada de las tensiones entre Palestina e Israel y ha llamado a las partes a abstenerse de profundizar las tensiones y poner fin a la violencia. "Llamamos a las partes implicadas en el conflicto a abstenerse de pasos que agraven la confrontación, a actuar en interes de evitar la escalada, a poner fin a la violencia y restablecer un régimen de cese el fuego estable", indicó la diplomacia rusa en un comunicado. Moscú recalcó "la importancia de respetar el status quo de los santuarios de Jerusalen y respetar los derechos de los creyentes de todas las confesiones". "En estos momentos es necesario mostrar extremo cuidado al respecto, tomando en cuenta que este año coinciden en abril el mes sagrado Ramadán, las Pascuas católica y ortodoxa y el Pésaj (la Pascua hebrea)", señaló Exteriores.

Egipto ha advertido de los "los graves peligros" de la escalada de la violencia en Oriente Medio. Ahmed Abu Zeid, portavoz del Ministerio de Exteriores del país, mediador clave entre palestinos e israelíes, ha expresado su "profunda preocupación por la peligrosa y acelerada escalada en la región durante las últimas 48 horas".

Según ha indicado, "la escalada (se produjo) tras el asalto por fuerzas israelíes de la Mezquita Al Aqsa (en Jerusalén Este), el posterior lanzamiento de cohetes hacia Israel y los bombardeos israelíes de áreas del sur del Líbano y la franja de Gaza". "Egipto llama a todas las partes a ejercer la máxima moderación y responder a los esfuerzos por la calma y para detener el derrame de sangre y proteger vidas, y advierte contra los graves peligros que se ciernen sobre la región si continúa la actual ola de violencia", ha agregado Abu Zeid.

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