EN PLENA PANDEMIA
El ministro de Finanzas holandés reconoce que le faltó empatía con los países del sur de Europa
Wopke Hoekstra reconoce que no mostró "la suficiente empatía" con Italia y España cuando pidieron más solidaridad por la crisis sanitaria del coronavirus. Si bien, cree que este no es buen momento "para tener un debate europeo".
El ministro de Finanzas holandés, Wopke Hoekstra, ha admitido no haber "mostrado la suficiente empatía" con los países del sur de Europa cuando pedían más solidaridad financiera con la emisión de coronabonos y acceso a fondos del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) en plena crisis de coronavirus.
"Deberíamos haber dejado claro la semana pasada, incluyéndome a mi mismo, que queremos ayudar. No empatizamos eso lo suficiente. Lo expresamos de tal manera que provocó resistencia", admitió el ministro, en declaraciones al canal holandés de noticias económicas RTL Z.
Sin embargo, el ministro holandés sigue sin considerar este "un buen momento para tener un debate europeo" sobre la financiación conjunta de la deuda a través de los coronabonosporque estos "proporcionan más riesgo, en lugar de menos y eso es un error en este momento".
Asegura que el Gobierno holandés está "feliz de estar disponible" para hablar de dinero, incluyendo si se trata de la puesta en marcha de instalaciones médicas en países de la Unión Europea que se están viendo muy afectados por los contagios del coronavirus, como es el caso de España e Italia.
Así, Hoekstra subraya que es "lógico" que se haga un llamamiento a la solidaridad desde los países del Sur de Europa y, asegura: "Una UE fuerte también nos interesa" como holandeses, pero que el Gobierno de La Haya debería "haberlo dejado más claro", incluyéndole a él como ministro de Finanzas, que mantuvo una posición dura. "Fuimos muy poco empáticos, y sinceramente deberíamos haberlo sido más".
Días atrás, Hoekstra sugirió a la Comisión Europea investigar a los países miembros de la Unión que "no habían reformado sus economías" durante los últimos años como para tener reservas suficientes que sirvan para combatir una crisis de estas dimensiones, una petición vista por, entre otros, Italia, España y Portugal, como una falta de solidaridad en plena emergencia sanitaria.