SU MANO FUE GUIADA POR LA DIVINA PROVIDENCIA

Un niño con los ojos vendados hace que Tauadros II sea el nuevo Papa copto

Según el ritual que marca esta religión, la mano inocente de un niño ha escogido al azar una de las bolas que se introdujeron, con los nombres de los candidatos, en la copa de la elección. El 10% de los egipcios son seguidores de la Iglesia copta.

El obispo Tauadros se convirtió en el nuevo Papa de la Iglesia copta de Egipto, que data del siglo I d.C., en una ceremonia cuyo punto culminante corrió a cargo de un niño, que lo eligió al azar entre otros dos candidatos.

Tras una misa oficiada en la catedral cairota de Abasiya durante casi cuatro horas, los asistentes acreditados contuvieron la respiración en el momento en que el pequeño Bishoy Girguis se acercó con los ojos vendados a una urna de cristal.

Allí estaban escritos en tres papeletas los nombres de los aspirantes a suceder al fallecido Shenuda III y la mano de Bishoy, que por sorteo acababa de ser seleccionado de un grupo de doce menores, se posó en la de Tauadros. De esta forma, el 118º patriarca de la Iglesia copta (cristiana egipcia) fue escogido por la mano inocente de un niño que, según la creencia, estuvo guiada por la Divina Providencia.

La catedral vibró en ese momento que los fieles tanto habían ansiado desde que el pasado marzo muriera a los 88 años de edad Shenuda III, que dirigió esa iglesia ortodoxa durante cuatro décadas.

Estallaron entonces los aplausos y los gritos de júbilo, al tiempo que unas palomas blancas quedaron en libertad y una imagen gigante del nuevo patriarca se desplegó en el altar. "No tengo palabras para expresar mi alegría", declaró a Efe el copto Mijail Adli, con los ojos rojos de llorar y con el teléfono móvil en la mano después de haber intentado llamar varias veces a quien de ahora en adelante será conocido como Tauadros II.

Fotógrafo oficial del carismático Shenuda III, Adli confió en seguir trabajando para su sucesor, que hoy recibió la noticia de su elección recluido en el monasterio de Bishoy, en una zona desértica entre las ciudades de El Cairo y Alejandría.

El obispo Tauadros, nacido en 1952 en Damanhur (norte de Egipto), había quedado finalista junto con el también obispo Rafael y el monje Rafael Ava Mina en una votación previa en la que participaron prelados de todos los rincones de Egipto.

Su carácter moderado granjeó apoyos dentro de la Iglesia a este antiguo farmacéutico, que considera que el mejor remedio para defender esta institución pasa por fortalecer la enseñanza religiosa y la formación de los clérigos. Durante la misa, el papa interino, el obispo Bajomios, explicó que "el patriarca es un padre que trabaja primero para la salvación de cada espíritu de la iglesia, que es una institución espiritual".

En esa misma línea, el padre Bishoy -procedente de la comunidad copta en Francia- destacó a Efe que Tauadros "tiene buena aceptación entre los jóvenes y deberá evaluar la vida espiritual en relación con la vida social y la democracia en la iglesia".

"Es un hombre piadoso y organizado que sabrá guiar a la Iglesia en esta situación tan complicada", manifestó a Efe un empresario identificado como Farid, que expresó su temor hacia el actual gobierno islamista en Egipto.

El presidente egipcio, Mohamed Mursi -que no estuvo presente en la ceremonia, pero sí estará en la proclamación del nuevo papa el próximo día 18-, felicitó de inmediato al patriarca por su elección, al igual que el líder espiritual de los Hermanos Musulmanes egipcios, Mohamed Badía.

Los coptos, que representan en torno a una décima parte de los 80 millones de personas en Egipto, mantienen una relación por momentos tensa con la mayoría musulmana por cuestiones como la construcción de iglesias, un temor que se ha acrecentado con la victoria del islamista Mursi en las elecciones presidenciales.

También preocupa la discriminación por motivos religiosos, como señaló a Efe en la catedral Marian Aqli, quien lamentó haber sido la primera de su promoción en la carrera de Química y no haber podido entrar a trabajar como asistente en la facultad.

Concluida la ceremonia, Aqli y los demás asistentes se lanzaron a tomar fotografías y flores de recuerdo del altar del templo, que estuvo blindado por policías y, sobre todo, por un ejército de voluntarios cristianos que llevaban allí desde la medianoche. Uno de estos últimos, Esam Ibrahim, se mostró seguro de que Dios seguirá "protegiendo" a los cristianos egipcios y, preguntado por la trascendencia de la elección del papa, se limitó a contestar: "Es un momento histórico".

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