El país apenas se mantiene en pie
Nos adentramos en un asentamiento de refugiados sirios en Líbano: así es la dura situación de quienes huyeron de la guerra buscando una vida mejor
LaSexta ha viajado hasta Líbano, un país que en caída libre por la profunda crisis económica y política. Allí, el 20% de su población es refugiada. Hablamos con algunos que viven en un asentamiento para ver en qué condiciones lo hacen.
Líbano está en caída libre. A la profunda crisis económica y política, se le unen los efectos de la pandemia y de la terrible explosión que tuvo lugar el 4 de agosto de 2020, y que terminó de un hundir un lugar en el que casi 4,5 millones de libaneses viven bajo el umbral de la pobreza. De los 6,8 millones de habitantes que tiene este país de Oriente Próximo, 1,5 millones son refugiados serios. Esto significa que hay un refugiado por cada 4,5 libaneses, un equilibrio difícil de mantener en un país cada vez más hundido en la crisis.
LaSexta se ha desplazado hasta el Valle de Bekaa, donde hay un asentamiento informal de 35.000 refugiados sirios que llevan seis años. Al dar una vuelta por cualquiera de los asentamientos que los refugiados ocupan en Líbano, rápidamente uno se da cuenta de que el futuro de Siria vive ahora fuera de sus fronteras.
Fátima, refugiada siria, cuenta que sus tres hijos, de 11, diez y ocho años, nacieron en plena guerra en Siria, por lo que hasta que llegaron al asentamiento en Líbano, no conocían otra cosa. "Lo más importante para mí es que mis hijos están ahora a salvo. En Siria vivían asustados por la guerra y las bombas", expresa la madre.
Líbano les permitió entrar. Sin embargo, ahora el país apena se mantiene en pie. "Cuando llegamos en 2014 todo era mejor; ahora la situación está muy mal", afirma Amina, refugiada siria, que vive en este asentamiento con su marido y sus tres hijos, muy preocupada porque ya no puede pagar las medicinas que necesita su hijo mayor.
Ellos piden más ayuda. Sin embargo, en un país donde todo el mundo sufre, eso les coloca en el centro de las críticas. "No sé por qué dicen (algunos libaneses) que tenemos privilegios. Si no pagamos el alquiler o la luz, nos echan", expresa el marido de Amina.
Otra de las familias que vive allí es la de Abdalah, que nació en Homs, y ha dedicado los últimos años a crear un hogar acogedor para sus hijos en medio de la nada, tal y como puedes ver en este vídeo. Pese a ello, lamentablemente reconoce, con solo 38 años, que en su vida ya no hay lugar para los sueños.