ESTOS RECORTES AFECTARÍAN A LOS PROGRAMAS SOCIALES

Obama y el Congreso intentan evitar los recortes masivos al gasto público

El presidente de EEUU, Barack Obama, se reunirá en la Casa Blanca a puerta cerrada con los principales líderes demócratas y republicanos del Congreso, en un último esfuerzo por evitar unos recortes fiscales por 85.000 millones de dólares que entrarán en vigor a la medianoche.

La reunión, prevista para las 15.05 GMT, cobra un sentido de urgencia después de que el Senado no lograse el jueves avanzar en sendas alternativas, presentadas por ambos partidos, para evitar los recortes a toda la burocracia federal.

Obama se reunirá con el líder de la mayoría demócrata y el de la minoría republicana en el Senado, Harry Reid y Mitch McConnell, respectivamente, y con el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, y la líder de la minoría demócrata en ese órgano, Nancy Pelosi.

El encuentro se celebrará en un ambiente de acritud en el Congreso por la falta de consenso entre ambos partidos sobre cómo resolver esta crisis fiscal. La situación ha llegado a este extremo como producto de un pacto acordado por el Legislativo en agosto de 2011 para elevar el techo de la deuda y producir un plan para la reducción del déficit a largo plazo, que no se ha logrado.

Sin un acuerdo de última hora, los recortes afectarán a todos los presupuestos de la burocracia federal, buena parte de ellos en materia de defensa y programas sociales para niños preescolares, ancianos y gente pobre, entre otros.

El estancamiento en las negociaciones bipartidistas se debe fundamentalmente a las discrepancias entre demócratas y republicanos sobre la configuración de los impuestos en un eventual acuerdo.

La Casa Blanca, y sus aliados demócratas en el Congreso, insisten en aumentar los ingresos al fisco mediante la eliminación de resquicios legales y de diversas deducciones tributarias, para así compensar los recortes al gasto público.

Pero los republicanos, en general, se oponen a lo que consideran como una subida de impuestos y exigen que la solución venga sólo de la mano de recortes fiscales. Aunque el Congreso y la Casa Blanca lograsen hoy un acuerdo para evitar los recortes automáticos al gasto público, tendrían poco tiempo para recuperarse de esta batalla fiscal y prepararse para la siguiente, pues el próximo 27 de marzo se agotan los fondos para buena parte de las operaciones gubernamentales, y el Legislativo tendrá que abrir la billetera para evitar un cierre parcial del Gobierno.

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