Piden ayuda a los gobiernos

La ONG del chef José Andrés pide una "investigación independiente" sobre el ataque israelí que mató a siete cooperantes

World Central Kitchen pide que se esclarezca si estos ataques "se llevaron a cabo intencionalmente o si violaron el derecho internacional". La ONG argumenta que las autoridades israelíes sabían que esos tres vehículos eran de una misión humanitaria.

La ONG World Central Kitchen (WCK), fundada por el chef español José Andrés, ha pedido una investigación independiente sobre los ataques israelíes que acabaron con la vida de siete de sus cooperantes en la franja de Gaza.

"Hemos pedido a los gobiernos de Australia, Canadá, Estados Unidos, Polonia y el Reino Unido que se unan a nosotros para exigir una investigación independiente" sobre estos ataques, ha anunciado la organización sin ánimo de lucro en un comunicado en la red X.

La ONG pide que se esclarezca si estos ataques "se llevaron a cabo intencionalmente o si violaron de alguna manera el derecho internacional". WCK ha recordado en su nota que el pasado 1 de abril "las Fuerzas de Defensa de Israel mataron a siete trabajadores de ayuda humanitaria empleados por la ONG, una organización reconocida internacionalmente".

"Los trabajadores humanitarios asesinados eran ciudadanos de Australia, Canadá/EEUU (doble ciudadanía), Gaza, Polonia y el Reino Unido", ha precisado el comunicado firmado por Javier García y Erin Gore, copresidente ejecutivo y tesorero y directora ejecutiva de la ONG, respectivamente.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ya le ha pedido a su homólogo israelí, Yoav Gallant, en una conversación telefónica que mantuvieron esta pasada noche, que la investigación sobre el ataque al convoy sea "rápida y transparente" para que los responsables "rindan cuentas", pero no menciona ninguna investigación independiente.

Israel admitió los asesinatos, pero dice que es un error

Israel admitió los asesinatos, pero los calificó como "un evento trágico en el que sus fuerzas dañaron involuntariamente a no combatientes" y algo que "sucede en la guerra". Pero la organización cree que "este fue un ataque militar que implicó múltiples ataques y tuvo como objetivo tres vehículos de WCK".

"Los tres vehículos transportaban civiles; estaban marcados como vehículos WCK; y sus movimientos cumplían plenamente con las autoridades israelíes, quienes conocían su itinerario, ruta y misión humanitaria", señalan.

Por ello, y "para garantizar la integridad de la investigación, solicitamos al gobierno israelí que preservara de inmediato todos los documentos, comunicaciones, grabaciones de video y/o audio y cualquier otro material potencialmente relevante para esclarecer los ataques del 1 de abril", añade la nota.

"Una investigación independiente -concluye- es la única manera de determinar la verdad de lo sucedido, garantizar la transparencia y la rendición de cuentas de los responsables y prevenir futuros ataques contra los trabajadores de ayuda humanitaria", añaden.

El informe preliminar del Ejército israelí sobre el suceso, publicado ayer miércoles, concluyó que el ataque contra el convoy humanitario de WCK no tuvo la "intención de dañar a los trabajadores humanitarios" y se debió a una "identificación errónea".

WCK participó el pasado 15 de marzo en la llegada a Gaza de 200 toneladas de alimentos y agua, inaugurando un corredor marítimo a bordo del barco Open Arms pese a los llamamientos de la comunidad internacional y otras ONG de que solo la llegada masiva de alimento por tierra conseguirá paliar una hambruna inminente en Gaza.

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