TRAS LAS RESTRICCIONES IMPUESTAS AL PERIODISTA AUSTRALIANO
Pamela Anderson y Varoufakis piden a Ecuador que permita a Assange usar su móvil y acceder a Internet
La actriz Pamela Anderson, la diseñadora Vivienne Westwood y el exministro griego Yanis Varoufakis pidieron que Ecuador levante las restricciones impuestas al periodistaJulian Assange en la embajada ecuatoriana en Londres.
Hace unos días, el Gobierno de Ecuador restringió las comunicaciones a Assange por opinar sobre cuestiones que Quito considera perjudican su política exterior, como la de Cataluña. En una carta remitida al presidente de Ecuador, Lenín Moreno, y divulgada hoy, los firmantes, entre los que también está el músico Brian Eno, piden ayuda para que quienes defienden los derechos humanos soliciten al Gobierno del país suramericano que levante la prohibición impuesta hace unos días para el uso del internet.
"No se trata esto solo de mostrar apoyo y solidaridad. Pedimos a todos aquellos a quienes les importan los derechos humanos que pidan al Gobierno de Ecuador que siga defendiendo los derechos del activista", al que califican de hombre con "coraje", dice la misiva. "Si no hay libertad de expresión para Julian Assange, no hay libertad de expresión para ninguno de nosotros", agrega la nota, que ha sido firmada por unas 20.000 personas.
Según el Gobierno ecuatoriano, Assange ha violado un acuerdo de diciembre de 2017 por el que se había comprometido a no opinar sobre cuestiones de otros países y deberá afrontar esta desconexión. Entre los últimos comentarios fue la comparación que hizo de la detención del dirigente independentista catalán Carles Puigdemont, el pasado domingo en Alemania, con la de Lluís Companys por la Gestapo en 1940, para su posterior extradición a España y fusilamiento por el régimen franquista.
El pasado febrero, una juez británica decidió mantener en vigor la orden de detención que pesa sobre Assange, quien sería detenido si sale de la embajada, aunque Suecia retiró el año pasado la orden de extradición que había dictado para cuestionarle sobre presuntos delitos sexuales. El periodista australiano, refugiado en la legación diplomática ecuatoriana desde 2012, ha sostenido que no quiere ser detenido en el Reino Unido ante el temor a ser extraditado a Estados Unidos, donde cree que pueda ser condenado por filtrar miles de documentos y cables diplomáticos a través de WikiLeaks.