Nueva polémica del pontífice
El papa Francisco afirma que "el cotilleo es cosa de mujeres" tras hablar de "mariconeo" en los seminarios
Tras sus comentarios homófobos, el pontífice encadena una nueva polémica por unas declaraciones machistas. "Tenemos pantalones, hay que decir las cosas", dijo, en un encuentro con jóvenes sacerdotes donde también admitió que en la diócesis hay "problemas de corrupción".
El papa Francisco parece encadenar una controversia tras otra. Si esta misma semana se veía obligado a pedir disculpas por decir que hay "demasiado mariconeo" en algunos seminarios, ahora el pontífice vuelve a verse envuelto en la polémica por una nueva y desafortunada expresión, al afirmar que el cotilleo y los chismes son "cosa de mujeres".
Una frase de la que se hacen eco medios italianos y que el papa habría pronunciado en un encuentro a puerta cerrada con jóvenes sacerdotes el miércoles, según avanzaba este jueves el sitio web 'Silere non possum'. Un comentario sexista al que además habría sumado otro: "Tenemos pantalones, hay que decir las cosas".
Unas palabras que contrastan con la visión aparentemente más aperturista del pontífice con respecto al papel de la mujer en la Iglesia, aunque no es la primera vez que se le 'escapa' un comentario machista, como cuando afirmó que "es propio de las mujeres ser generosas", pero "a veces hay alguna neurótica".
Además, Francisco habría reconocido en la misma reunión que en la diócesis hay corrupción. "Lo que hay en la diócesis son problemas de corrupción, hablo claro. Problemas de corrupción. Intento con los obispos auxiliares encontrar soluciones a esto, resolverlo. La semana pasada recibí información: esto es problemático, esto es problemático. Sí debe hablar sobre esto", habría dicho.
Una mala semana para el papa, después de que el lunes trascendiera su petición a los obispos italianos, también a puerta cerrada, de no ordenar a personas homosexuales porque, en su experiencia, mantienen una doble vida que hace que sufran ellos y quienes les rodean. Una conversación en la que empleó el término italiano 'frociaggine', muy ofensivo para el colectivo LGTBI.
Posteriormente, el Vaticano emitió un comunicado pidiendo disculpas"a quienes se hayan sentido ofendidos por el uso de un término, referido por otros" y asegurando que el papa "nunca ha pretendido ofender ni expresarse en términos homófobos".
"Como ha dicho en varias ocasiones: 'En la Iglesia hay sitio para todos, ¡para todos! Nadie es inútil, nadie es superfluo, hay sitio para todos. Tal como somos, todos'", rezaba la nota.