Da por agotados los plazos
El Parlamento Europeo afirma que "no está en disposición" de garantizar un acuerdo sobre el Brexit antes de que acabe el año
Así lo ha afirmado el eurodiputado alemán y presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo David McAllister, que apunta que "aún no hay claridad sobre si se logrará o no un acuerdo sobre la relación futura de Reino Unido y la UE.
El Parlamento Europeo ha advertido este domingo que considera agotados los plazos para poder ratificar antes de que termine el año un posible acuerdo bilateral definitivo con Reino Unido tras su salida de la UE, ya que las partes continúan negociando.
"Acabamos de saber que hoy no habrá acuerdo. Por consiguiente, el Parlamento Europeo no está en posición de garantizar la ratificación de un acuerdo este año", ha afirmado el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, el eurodiputado conservador alemán David McAllister, a través de su cuenta en Twitter.
McAllister reconoce las "negociaciones intensivas" de la última semana, pero "aún no hay claridad sobre si se logrará o no un acuerdo sobre la relación futura de Reino Unido y la UE". El Parlamento Europeo había mostrado su disposición para convocar una sesión extraordinaria para ratificar lo pactado y había dado de plazo hasta la medianoche de este 20 de diciembre.
Ahora, McAllister ha anunciado la convocatoria de una reunión extraordinaria del Grupo de Coordinación para Reino Unido de la Eurocámara para las 9.45 del lunes "para evaluar la situación y tratar los próximos pasos a dar". El negociador jefe de la Unión Europea para el Brexit, Michel Barnier, y su par británico, David Frost, han mantenido este domingo una reunión para intentar cerrar un acuerdo, pero tras el encuentro fuentes de ambas partes han informado de que los contactos continuarán el lunes.
El acuerdo provisional alcanzado entre las partes expira el 31 de diciembre, por lo que si no se logra y ratifica un pacto para la relación comercial bilateral antes de esa fecha, se instaurarán las aduanas y controles más duros entre Reino Unido y la UE.