Portugal pide el "recogimiento domiciliario" en 19 distritos de Lisboa por un repunte de contagios

El Gobierno de Portugal impone medidas restrictivas tras registrar un repunte de contagios que afecta principalmente a Lisboa. La capital y buena parte de su cinturón están en fase de "contingencia", un paso más allá de la alerta, que implica mayores precauciones pero no modifica sustancialmente la actividad de los lisboetas.

Los comercios cerrarán a partir de las 20.00, salvo restaurantes, gasolineras, clínicas, farmacias, funerarias o instalaciones deportivas, y no se permitirán reuniones de más de 10 personas.

Las restricciones son mayores en las 19 freguesías donde se ha decretado "recogimiento domiciliario" (no obligatorio), es decir, los vecinos volverán a salir solo para lo imprescindible: trabajar, comprar medicamentos o alimentos, y no podrán producirse reuniones de más de cinco personas.

Los barrios afectados están en los municipios de Amadora y de Odivelas, Sintra, Loures y un barrio en la capital, Santa Clara. Mientras, el resto del país pasará a un nivel más leve, el de alerta, con medidas de seguridad y distanciamiento social y reuniones de hasta 20 personas.

En las últimas 24 horas, las autoridades del país han reportado seis fallecidos y 311 nuevos casos de coronavirus en todo el país, la mayoría (240) concentrados en la región de Lisboa y Valle del Tajo, la más afectada por la pandemia. Además, cuatro de las seis muertes producidas en el último día también se han registrado en Lisboa.

Se cumplen ya cuatro días consecutivos en los que se registran más contagios que recuperaciones.

La cifra asciende el total de contagiados a 40.415 y 1.549 muertos por la enfermedad desde el inicio de la crisis sanitaria. Además, el Ministerio de Salud ha informado de que 436 pacientes estén ingresados en hospitales, 73 de ellos en cuidados intensivos.

Se refuerzan las medidas de contención

Hace unos días, el Gobierno de Antonio Costa ya comenzaba a implementar medidas destinadas a frenar el contagio del virus en Lisboa.

Por ejemplo, se establecía un límite máximo de 10 personas para las reuniones (en el resto del país asciende a 20), y algunos locales comerciales y hosteleros tienen la obligación de cerrar a las 20:00 horas.