Una farsa electoral
Las protestas protagonizan las elecciones en Rusia: del simbólico 'zelionka' a los cócteles molotov
Son pocos los que denuncian los poco intrigantes comicios rusos, sin embargo, no han dudado en mostrar su oposición a lo que consideran una farsa. Lo han hecho con un líquido que el Kremlin vertió sobre Navalny, pero también con los clásicos molotov.
Primer día de elecciones presidenciales en Rusia y la emoción no está, precisamente, en quién puede ganar. Tal y como se observa en las imágenes que acompañan a estas líneas, a la izquierda, se encuentra la única persona con posibilidades de convertirse en presidente de Rusia, nada más ni nada menos, que por sexta vez. A la derecha, los valientes ciudadanos rusos que han protestado este viernes en algunos colegios electorales.
Aunque son pocos los que se han atrevido a denunciar esta farsa electoral, se juegan la vida, pero también penas de entre tres y cinco años de cárcel. Para protestar han recurrido a un líquido verde, llamado 'zelionka', para teñir las papeletas De hecho, es el mismo que han utilizado desde el entorno del Kremlin para marcar a los opositores de Putin como Navalny. También, a modo de protesta se han quemado cabinas de votación.
Una mujer se encuentra de espaldas frente a un colegio electoral de la ciudad rusa de San Petersburgo y de repente se da la vuelta, corre hacia el edificio y lanza un cóctel molotov contra la fachada. Es otro acto de protesta 'antiPutin' que se ha repetido dentro de otro centro escolar en el que han tenido que tirar de extintores para apagar la furia de muchos votantes.
Porque durante un día tan señalado en el que "comienzan las elecciones presidenciales", las urnas están siendo usadas como método de protesta no solo con las llamas, también con el ya mencionado y simbólico 'zelionka'. Puesto que se trata de la pintura que le vertieron en la cara a Alexéi Navalny durante una manifestación. De esta manera, muchos recuerdan al misteriosamente fallecido opositor ruso.
Y es que la transparencia de las elecciones está en entredicho, también, por motivos como el que se puede ver en las imágenes: el fuego borra la tinta de los bolis colocados por las autoridades. Aunque cuestionada también está siendo la forma de votar del mismísimo Putin, un personaje acostumbrado desde 1999 a un poder que no parece vaya a dejar escapar.