"Lo que Al-Assad tardó en recuperar, lo pierden en días"

¿Qué está pasando en Siria? Alepo cae ante los rebeldes y pone al régimen de Al-Assad en una difícil situación

¿Qué implica? La pérdida de Alepo podría marcar un punto de inflexión en la guerra, debilitando al régimen de Al-Assad, tras 13 años de lucha, y abriendo el camino a un posible cambio en el equilibrio de poder en Siria.

En apenas días, las fuerzas rebeldes sirias han tomado el control de Alepo, la segunda ciudad más importante del país, tras una ofensiva que comenzó el miércoles. La ciudad, bajo dominio del gobierno de Bashar Al-Assad desde 2016, ha caído rápidamente en manos insurgentes, marcando un cambio decisivo en la guerra civil que ya dura trece años.

El avance rebelde, liderado por una coalición de grupos islamistas y respaldado por facciones rebeldes apoyadas por Turquía, ha desbordado las defensas del Ejército sirio. En lugar de frenar la ofensiva, las tropas gubernamentales han optado por una retirada estratégica hacia el sur, dejando el camino libre para los insurgentes.

Según informes, las milicias ya han tomado varios puntos clave en la carretera hacia Damasco, lo que pone en jaque a la capital. "Lo que Bashar Al-Assad tardó años en recuperar, lo han perdido en cuestión de días", ha señalado Francisco Carrión, periodista especializado en Oriente Medio.

¿Por qué ahora?

El debilitamiento de los principales aliados de Al-Assad ha sido un factor importante en esta ofensiva. Rusia, ocupada en la guerra de Ucrania, e Hizbulá, desgastada por las bajas en el último año, no han podido ofrecer el respaldo necesario. Por su parte, Irán parece haber priorizado otros frentes en la región, dejando al régimen sirio en una situación de vulnerabilidad.

Ignacio Álvarez-Ossorio, catedrático de estudios árabes, ha explicado:"La ofensiva de Alepo ha sido posible gracias a la desconcentración de los aliados de Al-Assad. Sin su apoyo directo, el Ejército sirio está demostrando ser incapaz de contener el avance rebelde".

Un cambio de rumbo en la guerra

El conflicto, que en los últimos años parecía haber entrado en una fase de relativa congelación, ha resurgido con fuerza. Los analistas coinciden en que la caída de Alepo ha insuflado nueva confianza a las fuerzas opositoras, que ahora podrían intentar cambiar el curso de la guerra.

Desde la victoria gubernamental en Alepo en 2016, la ciudad era un símbolo del control de Al-Assad sobre las áreas estratégicas del país. Su pérdida no solo representa un golpe militar, sino también un desastre simbólico para el régimen.

¿Qué sigue?

La incertidumbre domina el futuro inmediato de Siria. Si los aliados de Al-Assad, especialmente Rusia e Irán, no redirigen su atención al conflicto, el avance rebelde podría extenderse hasta las puertas de Damasco. Sin embargo, la posibilidad de una respuesta del régimen y sus socios aún está sobre la mesa.

Mientras tanto, la población civil sufre las consecuencias de un conflicto que no muestra señales de resolverse. Alepo, devastada por años de guerra, vuelve a ser escenario de caos e incertidumbre.