Cinco personas en su interior
¿Quiénes son las personas que iban dentro del submarino que exploraba los restos del Titanic?
El submarino Titan, que no cumplía con las medidas de seguridad pertinentes, tenía oxígeno hasta el jueves por la mañana. Encontrar el aparato es "como buscar una aguja en un pajar", como aseguraba el investigador del Instituto Español de Oceanografía Eugenio Fraile.
La búsqueda del submarino Titan desaparecido el pasado domingo ha finalizado tras encontrar cinco piezas del mismo y dar por hecho que el aparato ha "implosionado", causando la muerte de las cinco personas que iban en su interior.
Se perdió la pista de la cápsula cuando se dirigía a explorar los restos del Titanic, momento en el que se desplegó un operativo por parte de la Guardia Costera estadounidense y de las Fuerzas Armadas canadienses.
Horas después de su desaparición, se conocieron las identidades de los integrantes del submarino. Entre ellos estaba Hamish Harding, empresario y explorador británico que ostentaba varios récords mundiales Guinness, incluyendo el del tiempo más largo en atravesar la parte más profunda del océano en una sola inmersión.
Dentro del Titan, nombre del aparato, también estaban el empresario británico-paquistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman Dawood, además del piloto, Paul-Henry Nargeolet, a quien se conocía como 'El señor Titanic'.
Según la propia compañía del submarino, OceanGate Expeditions, la embarcación tenía suficientes provisiones para que los tripulantes puedan sobrevivir en su interior durante cuatro días, es decir, hasta el jueves por la mañana.
Todo lo que se sabe del submarino desaparecido
El domingo por la noche, el submarino se sumerge a 900 kilómetros de las costas de Terranova. Tras una hora y 45 minutos de expedición, se pierde la comunicación de una embarcación que mide unos siete metros y que pesa más de diez toneladas. El submarino Titan está fabricado de fibra de carbono y titanio y puede sumergirse a 4.000 metros de profundidad, pero no cumple los estándares de seguridad.
Eugenio Fraile, investigador científico del Instituto Español de Oceanografía, explica a laSexta que el aparato no podía trabajar en aguas europeas. "No ha pasado ningún tipo de regulación y puede ocasionar algún tipo de daño para tu salud e incluso la muerte", advierte.
Además, explica que localizar un objeto tan pequeño "que a lo mejor ya se ha movido" del lugar en el que se encontraba "es como buscar una aguja en un pajar".