EN UN "SÍMBOLO DE PERDÓN"
Múnich homenajea también al culpable del tiroteo "aunque su acción haya sido cruel y despreciable"
Tras siete horas de alerta, Múnich, que se blindó con 2.300 agentes, trata de volver a la normalidad, aunque continúa teniendo el corazón encogido. Entretanto, Angela Merkel ha lanzado un mensaje de tranquilidad.
Escasas horas después del tiroteo que ha acabado con la vida de diez personas, entre ellas la del atacante, Múnich trata de volver a la normalidad. Por su parte, la canciller, Angela Merkel, asegura que se averiguará "qué hay detrás de este crimen en Múnich y no descansaremos hasta saber cómo se radicalizó el atacante del tren".
Las banderas ondean a media asta en un país consternado por tan tristes acontecimientos. Pero respiran tranquilos: el suceso de Múnich no ha sido un atentado terrorista. "Como estábamos viendo los atentados de Niza, pensábamos que podía serlo", dice el vicecanciller alemán Sigman Gabriel. "Gracias a Dios, no nos encontramos ante este caso", añade.
Cientos de ciudadanos presentan sus respetos en el lugar de los hechos y depositan velas y flores en memoria de los fallecidos. "Una vela es una luz para los muertos. Hay nueve personas muertas... diez contándole a él", dice Helga Macko, una residente de la zona. Y a él precisamente hay también una vela: "Le estoy conmemorando aunque su acción haya sido cruel y despreciable. Pero no quiero diferenciar. Solo quiero que un símbolo de perdón salga desde Múnich", explica Thomas Thirolf, otro residente del lugar.
Sólo el perdón pesa hoy más que la tristeza y el miedo, aunque no acalla una pregunta que pesa en el aire y acompaña a los homenajes a las víctimas: ¿por qué?.